La trama Pdvsa-Cripto produjo un “sismo político” en el país. Ponerle las esposas a Tareck El Aissami no solo costó 21 mil millones de dólares, también hizo que los oficialistas dieran “piruetas” intentando limpiar la imagen de sus ministros e incluso, la del propio Nicolás Maduro.
Yoel Lugo, politólogo de la Universidad Rafael Urdaneta (URU) expuso que se trata de “una jugada de comunicación por parte del gobierno para presentarse en la lucha contra la corrupción”.
En concordancia con el análisis de Lugo, el propio Jefe de Estado venezolano se refirió este lunes al caso bajo el emblema de “nosotros somos los buenos”.
Caiga quien caiga, y mientras más alto, más dura la justicia tiene que ser. No hay intocables en una verdadera revolución», aseguró el presidente Maduro en su programa televisivo, “Con Maduro+”.
Ante esto, el especialista asegura que “la supuesta limpieza de corrupción es solo un paño de agua caliente en tiempo electoral”. En otras palabras, Nicolás Maduro busca que mejorar su imagen frente a la ciudadanía como el Presidente al que “no le tembló el pulso” para expulsar a su hombre de confianza.
Maduro, “el candidato justiciero”
La encuestadora Meganálisis publicó en abril los resultados de su sondeo en el que consultó la opinión de los ciudadanos en torno a las próximas elecciones presidenciales. De acuerdo con su estudio, el 81,4 % de los venezolanos rechazan que Maduro tenga un tercer mandato.
Las bases hoy están descontentas con el chavismo por los problemas de economía, de seguridad, de la falta de empleo y oportunidades, de los servicios de salud que no funcionan, de las escuelas que se están cayendo a pedazos”, expuso el politólogo Luis Rendueles.
A los ojos del especialista, la trama Pdvsa-Cripto no es expuesta con la intención de “depurar” a la estatal petrolera, sino de llamar la atención y hacer frente a la popularidad de Edmundo González, candidato que representará a María Corina Machado en las presidenciales y apunta a ser el posible triunfador de los comicios.
El chavismo recurre a esta técnica para retomar el control de la agenda política y mediática (…) El año pasado, frente al rotundo éxito de las primarias, organizaron un referéndum por la defensa del Esequibo. Es el modus operandi del gobierno cuando se encuentra en situaciones de crisis o de incertidumbre”, explicó Rendueles.
Por su parte, el politólogo Lugo destacó que si el Gobierno de Maduro tuviese el propósito de hacer caer toda la estructura que propició el desfalco de los 21 mil millones de dólares habría una transparencia en el proceso desde el pasado 2023, año en el que fue presuntamente descubierta.
El licenciado expuso que “no hay indicios de un juicio veraz, ni siquiera de la repatriación del dinero robado”. “La verdadera limpieza de corrupción es encontrar y presentar todos los cabos y devolver a las arcas del Estado la suma robada y que cumplan la condena justa todos los implicados”, aseveró.
Los analistas apuntan a que, incluso moviendo todos los esfuerzos por hundir a El Aissami como “el ladrón” y exaltar a Maduro como “el justiciero”, no habría escapatoria de los resultados en las elecciones. “La verdad ya el daño sobre la corrupción no salva a Maduro, ni siquiera presentando y devolviendo (el dinero)”, apuntó Lugo.
El “gato encerrado”
Dentro de la lista de cargos que se le imputan a Tareck El Aissami está “traición a la patria”. Investigadores como el periodista Casto Ocando han expuesto que la verdadera razón por la que el exministro de petróleo fue aprehendido es por una conspiración que él mismo ejecutó en contra de Nicolás Maduro.
«El mayor delito de Tareck quizá no fue enriquecerse sin límites. Lo que resultó inaceptable para Maduro y para el resto de los líderes de la revolución fueron las aspiraciones de poder que El Aissami tenía, el irrefrenable deseo de convertirse en el nuevo líder galáctico del Gobierno», expuso Ocando en su reciente documentación para YouTube.
En la misma línea, Luis Rendueles afirma que a El Aissami le tocó pagar excesivamente caro su presunta traición. Al mismo tiempo, se convirtió en ejemplo para el resto de los miembros del oficialismo: nadie que no sea Nicolás Maduro podrá gobernar por el Psuv.
«No parece ser un ajuste de cuentas por corrupción, porque es un gobierno que ha permitido la corrupción durante más de 20 años. Creo más bien que es una retaliación por intentar conspirar contra su gobierno», analizó el politólogo.
A los ojos del especialista, la aprehensión de Tareck es más un «mensaje» a todos los miembros de la tolda roja: «la traición se paga caro en el chavismo».
Aseguró que, tras la caída de uno de los «mandamás» del oficialismo, el Presidente está exigiendo fidelidad a la causa. «Por eso, cuando la Unión Europea levantó las sanciones contra Elvis Amoroso, rector principal del CNE, salió de inmediato a rechazar la medida. Es una forma de manifestar su lealtad al proyecto (…) Hoy hay mucha desconfianza en las filas y se están produciendo divisiones», destacó Rendueles.
Por su parte, el politólogo Lugo opinó que El Aissami sobrepasó los límites de la sumisión que la administración de Maduro deseaba tener para los miembros del Psuv.
«Esto pareciera un nuevo episodio de la noche de los cuchillos largos en la alemania nazi, donde solo permiten la corrupción si los que la perpetúan son afines a sus ideas y su grupo cada vez más cerrado», afirmó.
¿Y los “dolitas”?
Carlos Casanova, abogado y analista político explicó a Versión Final que esta trama “es mucho más grande” de lo que se muestra, debido a que existe una gran complicidad de personalidades nacionales e internacionales.
«En mi criterio, el saqueo de Venezuela es una trama de carácter internacional. Los funcionarios solos desde el despacho no pudieron hacerlo y requieren de una estructura financiera internacional, contactos para mover el dinero. Ese dinero no se movió en maletines», expuso Casanova.
El derechista hizo mención de Samark López, empresario y presunto testaferro de El Aissami y Simón Zerpa, exministro de Economía y Finanzas, asegurando que este no es el primer caso de desfalco a la petrolera estatal.
Destacó que «esto es un debate más amplio» de lo que la Fiscalía ha mostrado, debido a que «si uno evalúa que son dos exministros de Pdvsa y cinco exviceministros, entonces uno tiene que concluir en que esto ha sido una práctica recurrente».
A juicio de Casanova, «la trama de Pdvsa-Cripto se produce por falta de controles previos y posteriores del dinero». «Cuando van cayendo figuras en serie, es obvio que el problema es estructural y que no solo es la persona. El gobierno debe desmontar la estructura internamente, porque no hay control», expuso.
Apuntó que, al tratarse de dinero que transitó por canales digitales internacionales, esa suma «tiene huella», por lo que «es perfectamente posible determinar en manos de quién está toda esa cantidad».
Sin embargo, esto estaría más sujeto a la voluntad del Gobierno de Maduro de querer esclarecer lo ocurrido. En palabras del politólogo Yoel Lugo, la administración chavista continuará efectuando «detenciones de paños de agua tibia» ante un problema de magnitud incalculable.
«No pueden hacer más porque entonces se tendrían que arrestar a elllos mismos. La corrupción en Pdvsa ha estado tan estructurada durante estos 25 años que lo que nos quieren presentar es apenas la punta chiquita del iceberg», concluyó el especialista.
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