El conocido chef turco Salt Bae, cuyo verdadero nombre es Nusret Gökçe, cerró su hamburguesería en Manhattan después de tres años de operación. La hamburguesería, llamada Salt Bae Burger, fue inaugurada con gran pompa en febrero de 2020, pero no logró conquistar el paladar de los neoyorquinos, quienes la catalogaron como “la peor hamburguesa de Nueva York”.
El cierre se ha llevado a cabo de forma discreta, en contraste con la ceremonia de apertura, que coincidió con la llegada de la pandemia de COVID-19 y el subsecuente confinamiento de la ciudad, según publicó la agencia EFE. A pesar de este revés, Gökçe mantiene abiertos sus dos locales de carnes asadas en la ciudad: uno cerca del Museo de Arte Moderno (MoMA) y otro en el Meatpacking District.
Salt Bae ganó popularidad en redes sociales por su característico estilo de rociar sal y su apariencia distintiva con gafas oscuras redondas y grandes cuchillos, ingredientes de su imagen viral. Sin embargo, la hamburguesa de USD 100 que servía en su local en Park Avenue, adornada con una delicada capa de oro, no fue del gusto de los habitantes de la Gran Manzana. Gothamist fue uno de los primeros medios en criticar duramente la oferta del chef, titulando un artículo con “La peor hamburguesa de Nueva York”. En dicho artículo, un escritor afirmó: “Es un insulto a nuestra ciudad. No vayas a comer allí, ni siquiera por equivocación”.
Entre las extravagancias de su menú, Salt Bae ofrecía su Ladies Burger solo a mujeres y dentro de un panecillo rosa, además de regalar hamburguesas vegetarianas también exclusivamente a mujeres, y batidos a USD 99 decorados con “manchas de oro”. Estas peculiaridades, que tuvieron éxito en ciudades como Dubái y Estambul, no lograron el mismo impacto positivo entre los neoyorquinos.
El chef, cuyo grupo de restaurantes Nusr-Et tiene una fuerte presencia internacional con más de 30 locales en siete países, incluyendo Italia y México, ha experimentado diversos problemas en Estados Unidos. En 2019, un ex camarero presentó una demanda colectiva alegando que Gökçe se apropiaba de las propinas de los trabajadores, lo que resultó en un acuerdo de USD 300.000. Dos años más tarde, empleados de sus locales en Nueva York y Miami interpusieron otra demanda por salarios de horas extras, aunque esta fue finalmente desestimada, de acuerdo a información publicada por EFE.
La presencia del chef en Nueva York se ha reducido considerablemente. El año pasado, cerró otro de sus restaurantes en Manhattan. Estos cierres responden a un cambio estratégico hacia mercados internacionales. Según un portavoz del grupo de restaurantes Nusr-Et, “probaron algunos mercados. Algunos funcionaron mientras que otros no”. Esta declaración, recogida por Gothamist, resalta la dificultad de adaptar su concepto a diferentes audiencias.
La sucursal que sigue operativa en Midtown ha sido mejor recibida, aunque los críticos gastronómicos de Eater y el New York Times señalaron que la calidad de la comida no justifica los altos precios. Sin embargo, reconocieron que “una persona viva y respirando, sazonara los filetes tenía su encanto”, lo cual también contribuyó a la fama en redes sociales del meme de Internet Salt Bae.
A pesar de los desafíos en Nueva York, el mercado estadounidense sigue siendo el segundo más grande para la empresa Nusr-Et. La experiencia de Salt Bae en Manhattan resalta las diferencias en el gusto del consumidor y cómo las tendencias que funcionan en un lugar pueden fracasar en otro.
Repudio contra Salt Bae por apropiarse de la Copa del Mundo en festejos argentinos
Después de la coronación de Argentina en el Mundial de Qatar, el chef turco se vio envuelto en una polémica tras intentar acaparar el trofeo en el campo del Lusail Stadium. En una reciente entrevista con The Times, Salt Bae se refirió por primera vez a lo sucedido, aclarando su posición.
El chef explicó que su intento por sostener el trofeo durante las celebraciones no tenía fines publicitarios. “Fue una combinación de mi amor por Argentina y mi emoción. Amo Argentina. He vivido allí. Fui a apoyarlos”, afirmó Salt Bae, quien se defendió de las críticas alegando que muchos jugadores de la selección argentina han visitado su restaurante y que, por ello, no se sentía como un extraño en el campo de juego.
Salt Bae insistió en que no buscaba eclipsar el momento de los jugadores. “Nunca, nunca quise eclipsar nada. No me gustó la atención. No pateé a nadie, ni robé nada. Había al menos otras mil personas en el campo, pero cuando muestran el video, se dan cuenta de que solo era yo”, dijo el chef.
FIFA había anunciado que investigaría lo ocurrido en el estadio debido a la presencia de muchas personas en el campo de juego después de la premiación. Hasta ahora, no se ha informado de una sanción oficial contra el chef, aunque se especuló con la posibilidad de prohibirle el ingreso al Mundial 2026. Sin embargo, se conoció que se le prohibirá la entrada a los partidos de la US Open Cup 2023, torneo que disputan equipos de la MLS y otras ligas menores de Estados Unidos.
Gokce también mencionó: “Nunca, nunca volvería a pisar la cancha de la Copa del Mundo. Había dos mil millones de personas viendo la Copa del Mundo […] cinco mil millones”. En las imágenes virales, se le ve tomando el trofeo de las manos de jugadores como Lisandro Martínez y Cristian Romero, quienes cedieron ante su insistencia.
La polémica alcanzó tal magnitud que FIFA intervino y se especuló con sanciones más amplias para Salt Bae. En la nota, el chef subrayó que no tenía autorizaciones para entrar al campo como si fuese parte de la delegación campeona, indicando: “No puedo hacer nada sobre la razón por la que estaba allí”.
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