Los seis países de la OTAN limítrofes con Rusia acordaron crear un “muro de drones” que permitirá proteger de provocaciones en sus fronteras con la ayuda de vehículos aéreos no tripulados. La novedad la informó la ministra del Interior de Lituania, Agnè Bilotaitè, a la agencia BNS.
“Se trata de algo completamente nuevo: una frontera de drones desde Noruega hasta Polonia, cuyo objetivo sería proteger nuestra frontera con la ayuda de drones y otras tecnologías”, explicó.
“No sólo la infraestructura física, los sistemas de vigilancia, sino también el uso de aviones no tripulados y otras tecnologías que nos permitirían también protegernos de las provocaciones de países no amigos, y evitar el contrabando”, añadió.
Para el llamado “muro de drones”, los estados participantes utilizarían drones para vigilar la sección fronteriza, así como sistemas antidrones que detendrían los drones utilizados para el contrabando y las provocaciones de países hostiles, como puede ser Rusia o Bielorrusia.
Según Bilotaitė, Lituania ya había planeado reforzar la protección de las fronteras con la ayuda de drones, pues ha creado una unidad de vehículos aéreos no tripulados en el Servicio Estatal de Guardia de Fronteras y se están realizando adquisiciones de más drones y sistemas antidrones.
De acuerdo con la ministra, actualmente los estados evaluarán qué “deberes” tienen que hacer y después, con la ayuda de expertos, las instituciones estatales prepararán un plan para la implantación del “muro de drones”.
De los 32 miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), seis tienen fronteras con Rusia: los tres Estados bálticos (Lituania, Letonia y Estonia), así como Finlandia, Noruega y Polonia.
Desde que Rusia inició una invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, Finlandia y Suecia han entrado en la OTAN.
El antecedente de la “pared inteligente” en la frontera entre EEUU y México
En 2019, se informó que Estados Unidos trabajaba con más de 30 empresas de tecnología que estaban desarrollando distintos sistemas de vigilancia que podían convertirse en una alternativa al muro físico que pretendía construir el entonces presidente Donald Trump en la frontera con México.
Algunos gobiernos fronterizos, como el de Texas, ya empleaban algunas de las herramientas que usa el Ejército en zonas de guerra, desde dirigibles atados llamados aerostatos, que cuestan alrededor de USD 8,9 millones cada uno, a drones predator con un valor de USD 16 millones y equipados con un radar lo suficientemente fuerte como para detectar huellas en la arena.
Entre otras nuevas tecnologías implementadas por los distintos cuerpos de seguridad que vigilan la frontera estaban las luces láser utilizadas en los autos que conducen y que miden la distancia a un objetivo, softwares de aprendizaje automático, sensores Bluetooth y WiFi que pueden medir el comportamiento y el movimiento de una multitud.
Un reporte del sitio CNET destacó que el Departamento de Seguridad Nacional incluso estuvo en conversaciones para volar aviones no tripulados más pequeños en misiones nocturnas en las fronteras del Aeropuerto de Marfa en el Condado de Presidio, según el Director de Aeropuertos, Chase Snodgrass.
Llamado el RQ-7 Shadow, fabricado por AAI Corporation, este avión no tripulado usa una serie de cámaras, láseres y radares para “localizar, reconocer e identificar objetivos” hasta 80 kilómetros de distancia. Luego envía esa información a una estación de control terrestre. Los dispositivos han sido utilizados en Irak y Afganistán.
No está claro cómo será el “muro de drones” en la frontera que comparten los países de la OTAN con Rusia pero se especula que podría venir de esta tecnología.
Cautela ante la supuesta propuesta rusa para revisar la frontera marítima
Los líderes de la región del mar Báltico reaccionaron con cautela esta semana a los reportes de que Rusia podría revisar los límites de sus aguas territoriales en la zona, y el ministro de Exteriores de Lituania dijo que se trata de una “escalada evidente” que debe recibir una “respuesta adecuadamente firme”.
En el borrador de propuesta reportado por varios medios rusos, el Ministerio de Defensa sugiere actualizar las coordenadas utilizadas para medir la franja de aguas territoriales desde su costa continental y la de sus islas en el Báltico. Las actuales se aprobaron en 1985, según el Ministerio, que apuntó que se “basan en los mapas de navegación náutica a pequeña escala” y no se corresponden con la “situación geográfica moderna”.
El documento no aclaraba si los cambios propuestos desplazarían la frontera o la aclararían.
El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, dijo que Moscú firmó en su día una convención de Naciones Unidas que regula cómo se realizan ese tipo de cambios. “Tanto nosotros como Finlandia asumimos que Rusia — que es parte firmante de esa convención — cumple con esa responsabilidad”, indicó, de acuerdo con la agencia noticiosa sueca TT.
Si los rusos desafían las fronteras, “entonces Rusia viola una convención de la ONU, entonces Rusia tendrá a todo el mundo en su contra”, indicó la ministra finlandesa de Exteriores, Elina Valtonen, según la televisora finlandesa YLE. Sin embargo, añadió que probablemente se tratarse de un acto rutinario y no de una provocación.
Por su parte, el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, escribió en la red social X que Moscú no se ha contactado con su país al respecto. “Finlandia actúa como siempre: con calma y basándose en los hechos”, manifestó.
También en X, el ministro de Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, dijo que el Kremlin estaba “intentando sembrar el miedo, la incertidumbre y la duda sobre sus intenciones en el mar Báltico”. Los últimos avances de las tropas rusas en el noreste de Ucrania han generado una gran preocupación en Lituania.
(Con información de agencias / Infografía: Marcelo Regalado)
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