La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir entre seis y nueve cucharaditas de azúcar al día. Esta cantidad ideal es frecuentemente superada debido a la amplia presencia de azúcar en nuestra dieta diaria, desde la repostería hasta los postres congelados. Comer en exceso productos azucarados puede llevar a la inflamación y a picos de azúcar en la sangre, lo que representa un riesgo significativo para la salud.
Kim Shapira, dietista y terapeuta nutricional, recomienda moderar el consumo de azúcar y alimentos endulzados como parte de una dieta equilibrada. Aunque el dulce puede ser atractivo, Shapira sostiene que reducir su ingesta puede beneficiarnos a largo plazo. “El azúcar causa inflamación y adicción, y muchas personas no se sienten bien al consumirlo”, dijo Shapira.
La nutricionista aclara que no es necesario eliminar el azúcar completamente, sino más bien observar de manera integral lo que comemos. En este sentido, puntualiza: “La torta de cumpleaños siempre es una buena idea, el mayor problema es cuando la torta de cumpleaños se convierte en un hábito cotidiano”. Además, sugiere incorporar más frutas, verduras, fibra y alimentos fermentados en lugar de simplemente enfocarse en eliminar los endulzantes.
Uno de los problemas más mencionados relacionados con el alto consumo de azúcar es la inflamación. La inflamación puede llevar a varios problemas de salud crónicos, y moderar su ingesta puede ayudar a controlar estos riesgos. En lugar de enfocarse únicamente en la restricción, se aconseja agregar diversificación a la dieta con opciones saludables e integrales.
Shapira enfatiza la importancia de la atención plena al comer. Practicar la atención plena puede ayudar a las personas a ser más conscientes de lo que consumen, ayudándolas a tomar decisiones más saludables y equilibradas.
Puré de frutas
Uno de los métodos más saludables para reemplazar el azúcar en repostería involucra el uso de purés de frutas. Utilizar puré de manzana, plátano o incluso calabaza enlatada en lugar de azúcar puede añadir un valor nutricional extra y potenciar el sabor de los postres.
El procedimiento para sustituir el azúcar es simple. Solo se necesita una taza de puré de fruta por cada taza de azúcar que se quiera reemplazar. Además, es importante ajustar la cantidad de líquido en la receta, ya que la fruta incrementa la humedad del producto final. Eso ofrece una alternativa al azúcar e introduce beneficios adicionales al agregar más fibra dietética y vitaminas a los postres.
Los purés de frutas son valorados por su capacidad para brindar dulzura natural sin los efectos negativos del consumo elevado de azúcar. Reemplazar el azúcar con frutas puede ser especialmente útil para aquellos que buscan reducir su ingesta calórica y mejorar su dieta en general.
Shapira enfatiza que este cambio es adecuado para una gran variedad de recetas, incluyendo pasteles, galletas y muffins. Aquellos interesados en implementar esta alternativa deberían realizar pruebas para encontrar el balance perfecto entre dulzura y textura, ya que la humedad adicional puede alterar la consistencia de los postres.
Edulcorantes naturales
Para quienes buscan opciones más saludables que el azúcar refinada, se recomiendan edulcorantes naturales como el jarabe de arce, la miel y el agave. Estos sustitutos tienden a estar menos procesados y contienen oligoelementos, vitaminas y antioxidantes, lo que puede ofrecer beneficios adicionales.
Shapira señala que estos edulcorantes tienen un índice glucémico más bajo en comparación con el azúcar refinada, lo que significa que pueden provocar un aumento más lento y constante del azúcar en sangre. Es decir, estos sustitutos pueden ayudar a mantener niveles de glucosa más estables.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que, aunque estos edulcorantes naturales pueden ser más saludables en algunos aspectos, también suelen contener más calorías. Por ejemplo, una cucharada de miel o agave contiene 63 calorías, una cucharada de jarabe de arce tiene 52 calorías, mientras que una cucharada de azúcar refinada tiene solo 43 calorías.
Cada uno de estos edulcorantes ofrece un sabor único, lo que puede realzar diferentes alimentos y bebidas de varias formas. Shapira destaca: “En general, los veo muy similares y recomiendo consumirlos con moderación”.
Edulcorantes artificiales
Los edulcorantes artificiales han sido una opción popular para quienes buscan endulzar sus alimentos sin aumentar su ingesta de azúcar. Sin embargo, Shapira sugiere que el consumo de estos productos podría estar asociado con un aumento del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
A pesar de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y otras agencias reguladoras han declarado que edulcorantes como el aspartamo y la stevia son seguros para el consumo, investigaciones han planteado preocupaciones sobre sus efectos a largo plazo. Shapira expresó: “Algunos estudios e informes plantean preocupación sobre posibles vínculos con el aumento de peso, los trastornos metabólicos y el cáncer”. Asimismo, indicó la necesidad de más investigación para concluir de manera definitiva dichos efectos.
Ciertos estudios han propuesto la teoría de que los edulcorantes artificiales pueden alterar los procesos metabólicos del cuerpo, lo que puede llevar a un consumo excesivo y, por ende, a un aumento de peso. Esos resultados contrastan con la visión inicial de que estos endulzantes podrían ser una alternativa más saludable al azúcar tradicional.
La preocupación por los riesgos potenciales de los edulcorantes artificiales ha puesto de relieve la importancia de realizar un análisis crítico de los productos que consumimos diariamente. Aunque organismos como la FDA garantizan su seguridad, la búsqueda de alternativas más saludables sigue siendo una prioridad para muchos consumidores.
La nutricionista Shapira señala que, independientemente de la elección entre frutas, miel o jarabe de arce, es vital consumir azúcar con moderación. Shapira afirma: “Coma azúcar y también otras cosas que ayuden a su cuerpo a sanar y autorregularse. Todo con moderación es un gran patrón por el que luchar”.
Cada una de estas alternativas naturales presenta sus propias ventajas. La fruta, por ejemplo, aporta vitaminas y fibra, mientras que la miel tiene propiedades antioxidantes. El jarabe de arce, por su parte, contiene minerales como el zinc y el manganeso. Estos componentes pueden ayudar a mantener un equilibrio saludable en el cuerpo.
No obstante, Shapira advierte sobre la importancia de ser consciente de la cantidad de azúcar ingerida, incluso cuando se trata de opciones naturales. “Ten cuidado con lo que comes”, enfatiza, sugiriendo un enfoque equilibrado para incluir el azúcar en la dieta.
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