El Partido Popular Europeo (PPE) quiere sacar adelante como sea su demanda de que la UE reconozca a Edmundo González como el presidente electo “legítimo” de Venezuela, como reclaman también los populares españoles. Su reconocimiento es una exigencia que esta formación política está dispuesta a mantener incluso si supone cruzar una línea roja de gran calado político: romper el cordón sanitario a la extrema derecha en la Eurocámara, reforzada desde las elecciones europeas de junio. Los populares se disponen a pactar esa resolución con otras formaciones más a la derecha y a apartarse de la postura que defienden socialdemócratas, liberales, verdes e izquierda minoritaria.
Los conservadores europeos someterán este jueves a votación, en el segundo pleno de este nuevo mandato europeo, una resolución conjunta sobre Venezuela que “reconoce a Edmundo González Urrutia como el presidente legítimo y democráticamente electo de Venezuela” y “urge a todos los Estados de la UE” a reconocer como tal al candidato opositor, según el borrador de la propuesta. El problema de los conservadores: salvo la extrema derecha, se han quedado solos.
Socialdemócratas, liberales, verdes y la izquierda se han retirado este martes de la mesa de negociaciones para consensuar un texto común por la falta de flexibilidad de los populares, que calificaron de innegociable el reconocimiento de González Urrutia. Así lo señalan de forma coincidente fuentes parlamentarias de diverso signo. “El resto de los grupos hemos dicho que compartíamos el 90%-95% de la resolución en cuanto a denuncia de la represión, de los miles de detenidos, de la deriva de los últimos años, del apoyo a las sanciones establecidas de la UE o a la necesidad de transparencia” de las instituciones venezolanas, insiste una fuente socialista. Pero el PPE no quería negociar el reconocimiento de González, por lo que, al final, “se quedaron la derecha y la extrema derecha negociando solos”, corrobora otra fuente parlamentaria cercana a las discusiones.
El abismo entre las posiciones ha quedado también patente durante el debate sobre la situación de Venezuela en el pleno a última hora del martes, en el que los reproches, mayoritariamente entre eurodiputados españoles, sobre la “politización” e “instrumentalización” de Venezuela, han volado durante la sesión.
La líder de los populares españoles, Dolors Montserrat, ha declarado que Venezuela “no necesita más silencio frente al exilio y la muerte”, y tampoco “la doble moral de gobiernos como el de Pedro Sánchez, que un día llama héroe a Edmundo González y 24 horas después le niega su condición de presidente electo. Y mucho menos la complicidad de observadores como Zapatero, demócrata en teoría, blanqueador del dictador en la práctica”, ha denunciado.
“Hoy nuestro deber como miembros de la UE es reconocer la figura de Edmundo González como presidente electo de Venezuela, Europa debe estar en el lado correcto de la historia”, ha reclamado la conservadora, una postura apoyada por el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch, para el que “ahora, la comunidad internacional tiene que hacer su parte y reconocer a Edmundo como el presidente legítimo”. ECR, el grupo de Conservadores y Reformistas liderado por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha apoyado también la propuesta a través del eurodiputado italiano Carlo Fidanza y ha anunciado también que nominará a González y a la líder opositora María Corina Machado para el premio Sájarov a la libertad de pensamiento.
“Se critica al Gobierno de Sánchez por no reconocer a Edmundo como presidente electo. El PPE, ¿cuántos gobiernos tiene en Europa? ¿Cuántos ministerios de Exteriores? Si resulta que tienen la misma política todos que el Gobierno de España, ¿por qué este ejercicio de cinismo que en el fondo debilita el apoyo a la democracia venezolana?”, ha replicado durante el debate el socialista Javi López, que ha acusado al PPE de “instrumentalizar” Venezuela “para dividir a esta Cámara y utilizarla como ariete por intereses políticos nacionales”. Ese mismo término, ariete “para sacar rédito a la política doméstica”, ha sido empleado por Diana Riba (ERC), que ha pedido un “papel constructivo” de la UE que ayude a “abrir un proceso de diálogo” en el país latinoamericano.
La ruptura del cordón sanitario podría ser total si la resolución acaba también apoyada por el tercer grupo ultra formado en la nueva Eurocámara, Europa de las Naciones Soberanas, que aloja a los más ultras aún de Alternativa por Alemania (AfD). De hecho, solo con el voto de estos tres grupos europeos de extrema derecha puede garantizarse el PPE que su resolución salga adelante.
El PPE se ha arriesgado a abandonar ese cordón sanitario —“traición”, lo ha llegado a llamar una tercera fuente— pese a que el impacto del texto negociado, más allá de un gesto político, es menor: las resoluciones del Parlamento Europeo no son vinculantes y hasta ahora, recuerdan las fuentes, ningún país de la UE ha indicado su disposición a reconocer la victoria de González.
La posición común de la UE es no reconocer la “legitimidad” de la victoria de Maduro, dado que no ha presentado todas las actas electorales que la validen. Pero los países comunitarios no han dado el paso siguiente —que reclaman el PPE y el PP— de reconocer a González. Se limitan a constatar que los indicios —las copias de las actas registradas por la oposición, así como las valoraciones de los grupos de expertos internacionales— apuntan a que es el vencedor.
El martes, solo se quedaron en la mesa de negociaciones para hallar una resolución conjunta el PPE y los negociadores de ECR y de los Patriotas por Europa, el nuevo grupo formado por Fidesz, el partido del primer ministro húngaro Viktor Orbán y el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, y al que también pertenece Vox. Tras la marcha de los otros grupos, fuentes conocedoras de las discusiones señalan que PPE, ECR y los Patriotas no tardaron más de cinco minutos en salir con la resolución pactada, que debe ser presentada antes de este miércoles al mediodía. ECR ya ha confirmado a este diario que añadirá su firma a la resolución conjunta del PPE. El grupo de Patriotas lo está valorando, pero asegura que aún no lo ha decidido.
Entre las demás formaciones las divergencias son también amplias a la hora de proponer una resolución sobre Venezuela, pero fuentes parlamentarias indican que están explorando la posibilidad de negociar un texto de resolución común al menos entre los socialdemócratas de S&D, los liberales de Renew y, quizás, con apoyo de los Verdes. Lamentan la deriva del PPE en un tema como Venezuela que, subrayan desde los socialistas, hasta ahora lograba el consenso de los grupos parlamentarios europeos.
“En Venezuela muchas veces nos hemos puesto de acuerdo; dada la situación, tendría sentido que hubiera amplia mayoría en este tema”, señalan las personas conocedoras del caso, que deploran un cambio de las “dinámicas” en este tema, sobre todo cuando, subrayan, hay consenso en el fondo del problema.
La base de las negociaciones sería la propuesta de resolución presentada, entre otros, por la eurodiputada del PNV Oihane Agirregoitia en nombre de Renew, que “subraya que Edmundo González parece ser el ganador de las elecciones presidenciales por una amplia mayoría, según las copias de las actas hechas públicas hasta ahora”. Un motivo por el que, agrega la resolución, “espera, en este sentido, que el 10 de enero de 2025 Edmundo González sea investido presidente de Venezuela”, en la fecha prevista para la asunción del nuevo Gobierno en Caracas. Aunque este texto va más allá del propuesto por los socialdemócratas, estos se dicen dispuestos a emplear este lenguaje que, sobre todo, da el margen de tiempo que buscan a las negociaciones que lideran en la región Brasil y Colombia para lograr una solución pactada entre venezolanos.
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