Todo comienza a primera hora del jueves. El locutor Federico Jiménez Losantos entrevista al portavoz de Exteriores, eurodiputado del Partido Popular y hombre fuerte de Alberto Núñez Feijóo, Esteban González Pons: “Hay una connivencia de España en un golpe de Estado en un país extranjero. Si admitimos que hubo elecciones, y las hubo, si admitimos que Edmundo González las ganó, y las ganó. Si admitimos que para la salida del presidente electo, su coacción y su envío al exilio el Gobierno de España ha sido un cooperador necesario, el Gobierno de España está implicado en el golpe de Estado que se está produciendo en Venezuela […] Es la operación más sucia de la historia de la diplomacia española”, suelta Pons. Este, sin embargo, no aporta ninguna prueba que sustente su afirmación. Prendida la mecha, Feijóo exige de inmediato la dimisión del ministro de Exteriores, José Manuel Albares.
Pero a última hora del jueves, la tesis del PP se desmorona con un comunicado del protagonista de la historia, el propio Edmundo González: “No he sido coaccionado por el Gobierno de España ni por el embajador español en Venezuela”, asevera. Y es entonces cuando el Gobierno de Pedro Sánchez sale en tromba para defender su gestión en Caracas: “El problema de la derecha es el ansia viva. Creen que todo, absolutamente todo, es utilizable para dañar al Gobierno”, escribe el ministro Óscar Puente en la red social X. Con él, varios ministros se han lanzado este viernes a censurar al PP por sus “calumnias”.
La salida de Venezuela de González, el 7 de septiembre, había estado rodeada de misterio. Acosado por la justicia chavista, el opositor decidió en cuestión de días irse a España. El miércoles, sin embargo, se supo que para que le permitieran salir de la embajada de España en Caracas y abordar un avión, los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, los dos principales operadores políticos de Maduro, le obligaron a firmar un documento en el que acataba la decisión del Tribunal Supremo de Justicia venezolano, que en una resolución decretó que el actual presidente ganó las elecciones, pese a que gran parte de la comunidad internacional sospecha que no ha sido así. En ese documento, González se comprometía también a no operar como presidente electo en el exilio.
El chavismo difundió unas imágenes en las que se veía a los hermanos Rodríguez y al líder opositor firmando esa carta en la residencia del embajador español, informan Juan Diego Quesada y Florantonia Singer. El PP habló entonces de un “golpe de Estado” de España. Edmundo González guardó silencio durante unas horas, hasta que explicó su versión en un texto que hizo público a última hora de este jueves. En él niega las presiones de España y defiende la labor de Exteriores: “Las gestiones diplomáticas realizadas tuvieron como único propósito facilitar mi salida del país, sin ejercer ningún tipo de presión sobre mí”, afirma.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, fue de los primeros en hablar en la red social X, antes Twitter, solo unos minutos después de que el candidato opositor venezolano hiciera público el texto. “El problema de la derecha es el ansia viva. Creen que todo, absolutamente todo, es utilizable para dañar al gobierno. Hacen de la exageración constante y de la mentira sus únicas armas. Y claro, pasa que la realidad les deja con el faldón levantado”, escribió.
“No pueden ser más lamentables ni más antipatriotas”, ha dicho la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría. “Después de varios días comportándose de forma irresponsable, desleal y mentirosa, Feijóo y el PP deben rectificar y pedir disculpas urgentemente”.
Lo mismo hizo Óscar López, el nuevo titular de la cartera de Transformación Digital y de la Función Pública y exjefe de gabinete de Pedro Sánchez en La Moncloa. “Despejada la duda. Es insolvencia. Y mala fe”, resumió López junto a dos pantallazos de dos noticias diferentes. Una, de primera hora de la mañana del jueves, donde Feijóo exigía la dimisión del ministro de Exteriores Albares. Y otra, con el comunicado del propio González horas después.
“Es verdaderamente preocupante que no haya ningún tema, ninguno, en el que la oposición no sea capaz de reconocer el trabajo bien hecho del Gobierno”, ha dicho el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, durante un acto en Tenerife. “Hasta en esto nos acusan de barbaridades”.
El ministro Albares también ha defendido su gestión. Primero en la red social X, donde publicó el comunicado de González junto a unas palabras de agradecimiento: “Gracias Edmundo por defender la verdad frente a las calumnias e injurias contra España y su servicio exterior. Hay momentos para ser oposición, Feijóo y PP, y otros en los que hay que ser un solo país. España está comprometida con la democracia y derechos humanos”. Después, este viernes en una entrevista en TVE. Albares ha acusado al PP de soltar “injurias y calumnias hacia los trabajadores” de Exteriores; ha dicho que España tenía una tarea humanitaria “compleja” porque había que garantizar la “tranquilidad” de González en la embajada en Caracas; y ha remarcado que habló con el líder opositor venezolano hasta en cuatro ocasiones para asegurarse de que quería pedir asilo en España.
Por eso, ha explicado, se cedió la embajada española. “Un espacio para que realizara las llamadas que considerara. Edmundo me trasladó que quería salir [de Venezuela] muy claramente. Él quería que fuera lo más rápido posible, que es exactamente lo que hicimos”, ha proseguido Albares. Y, de nuevo, ha vuelto a criticar al PP. “Lamento que haya forzado a Edmundo a ese comunicado. Espero las disculpas de Feijóo al servicio exterior de España”. A preguntas de la entrevistadora, Albares ha sostenido que quien debe explicar lo que sucedió en la embajada española es el propio González.
―¿El embajador estaba presente en el momento en el que Edmundo firma ese documento?
―El embajador tenía instrucciones claras y precisas de garantizar la protección de Edmundo y la libertad para reunirse o hablar. Era el único sitio donde podía hacerlo.
Y ha descartado que España tuviera algo que ver en la elaboración del documento de los emisarios del Gobierno de Venezuela. Tras el comunicado de González, el PP ha guardado silencio durante unas horas, para continuar con el mismo discurso. Fuentes de la dirección explican este viernes que el ministro Albares debería dimitir y que el embajador en Venezuela debe reemplazarse, informa Virginia Martínez.
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