«En nuestro mundo tecnológico y secularizado abundan los magos, el ocultismo, el espiritismo, los astrólogos, los vendedores de hechizos y amuletos y, por desgracia, las verdaderas sectas satánicas», ha lamentado el Papa en su catequesis semanal. Francisco ha abordado la existencia del diablo y ha subrayado que fue «expulsado (de la sociedad) por la fe, pero ha vuelto a entrar con la superstición». No ha sido la primera vez que el Papa ha tratado esta cuestión, pero sí el discurso en el que se ha detenido más extensamente.
Por ABC
«Hoy asistimos a un extraño fenómeno en relación con el diablo: a cierto nivel cultural se cree que sencillamente no existe, que es un símbolo del inconsciente colectivo o de la alienación, una metáfora», ha comenzado el Papa. Luego ha citado a Charles Baudelaire, para quien «la mayor astucia del diablo es hacernos creer que no existe».
«Y sin embargo, nuestro mundo tecnológico y secularizado está plagado de magos, ocultismo, espiritismo, astrólogos, vendedores de hechizos y amuletos y, por desgracia, de verdaderas sectas satánicas. Expulsado por la puerta, el diablo ha vuelto a entrar por la ventana. Y si eres supersticioso, inconscientemente estás conversando con el diablo. Con el diablo no se conversa», ha avisado.
El Papa ha recordado que en la doctrina católica el diablo no es un símbolo sino un «tentador» que odia a la gente y les invita a alejarse del bien en la propia vida. «El demonio está presente y activo en ciertas formas extremas e ‘inhumanas’ de malicia y maldad que vemos a nuestro alrededor», ha explicado, pero no anula la libertad de las personas. «No podemos saber con precisión dónde acaba su acción y dónde empieza nuestra propia maldad. Por eso la Iglesia es muy prudente y estricta en el ejercicio del exorcismo, a diferencia de lo que ocurre, por desgracia, en ciertas películas», ha añadido con tono de broma.
Tentaciones que entran por el móvil
Como ejemplo de ese «lenguaje del diablo» que destruye el corazón de las personas ha citado «la brutalidad de la pornografía». «La tecnología, además de ofrecer muchos recursos positivos que hay que apreciar, ofrece innumerables ocasiones para ‘dar oportunidades al demonio’, y muchos caen en la trampa», ha lamentado. «Pensemos en la pornografía en Internet, detrás de la cual hay un mercado floreciente. Ahí actúa el diablo. Se trata de un fenómeno muy extendido, del que, los cristianos deben cuidarse y rechazar enérgicamente. Porque cualquier teléfono móvil tiene acceso a esta brutalidad, a este lenguaje del diablo».
No se trataba de dar miedo a los participantes, sino de recordar el catecismo. Francisco ha descrito al diablo con palabras de un autor cristiano del siglo V, que lo comparaba con «un perro atado a una cadena; no puede morder a nadie, excepto a aquellos que, desafiando el peligro, se acercan a él». «Todos tenemos experiencia de cómo el diablo se acerca con alguna tentación contra los Diez Mandamientos», ha confiado en tono personal. Por eso, ha dicho que la estrategia para no caer en sus trampas es no dialogar con las sugerencias. «Cuando vengan tentaciones que te sugieran ‘estaría bien esto, o lo otro’…, detente ahí», ha explicado. «¡Mantén la distancia! Con el diablo no se dialoga. Ahuyéntalo. No te acerques al perro atado a la cadena. Tened cuidado, porque el diablo es astuto. Pero los cristianos, con la gracia de Dios, somos más listos que él. Gracias».
Quinientas audiencias generales
La audiencia de este miércoles ha sido la número 500 de su pontificado, desde la primera que celebró en la plaza de San Pedro el 27 de marzo de 2013. «Me alegra daros la bienvenida a esta mi primera audiencia general. Con gran gratitud y veneración recojo el ‘testigo’ de manos de mi amado predecesor Benedicto XVI», dijo entonces.
Hoy ha preferido no referirse directamente al aniversario y ha abordado la guerra en Oriente Medio. «Me entristecen las noticias procedentes del Líbano, donde intensos bombardeos han causado mucha muerte y destrucción en los últimos días. Espero que la comunidad internacional haga todo lo posible para detener esta terrible escalada. Es inaceptable», ha dicho. «Expreso mis condolencias al pueblo libanés, que ya ha sufrido demasiado en los últimos tiempos», ha añadido.
Además, Francisco también ha pedido oraciones «por todos los pueblos que sufren la guerra: no olvidemos a la atormentada Ucrania, Myanmar, Palestina, Israel, Sudán, todos los pueblos atormentados». «Mañana partiré hacia Luxemburgo y Bélgica, os pido que recéis por mí y por los frutos de este viaje al corazón de Europa occidental», se ha despedido en referencia al viaje de cuatro días que está a punto de emprender.
Orquesta de un hospital de Barcelona
Antes de regresar a su residencia, el Papa se ha detenido en la plaza de San Pedro con una orquesta de Barcelona formada por adolescentes que nacieron con sordera severo-profunda y que ahora escuchan gracias a un implante coclear. Se trata de la «Joven Orquesta Graeme Clark», que dio sus primeros pasos en 2019 en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, con la colaboración de la «Fundación GAES Solidaria». Después de varios meses de ensayos, este miércoles han tocado ante el Papa Francisco la melodía «We Are The Champions», con alusiones autobiográficas. El Papa les había escuchado mientras recorría la plaza con el papamóvil, se ha conmovido al conocer su historia y ha querido hacerse una foto con ellos.
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