Los propios venezolanos a través del diálogo son los únicos que pueden poner fin a la crisis política poselectoral en Venezuela porque la comunidad internacional no puede «declarar» un ganador «desde fuera», dijo a la Voz de América la canciller de México, Alicia Bárcena.
Por Voz de América
Las autoridades electorales y el Tribunal Supremo de Venezuela declararon que Nicolás Maduro, en el poder desde el 2013, fue el ganador de las elecciones del 28 de julio. La oposición ha dicho por su lado que los recuentos recopilados por sus observadores muestran una rotunda victoria del candidato opositor Edmundo González.
«Tenemos que entrar en una etapa en la cual ojalá pueda haber una conversación, primero que nada en Venezuela», dijo Bárcena, quien pareció desmarcarse de posibles gestiones diplomáticas futuras que involucren a su gobierno.
«Se necesita una oposición con la que realmente pueda haber un diálogo democrático», afirmó sin entrar en detalles en una entrevista el jueves, en el contexto del 79ª periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.
Sus declaraciones sugieren un cambio sustancial en el papel de México tras las disputadas elecciones, cuando las autoridades mexicanas lideraron una iniciativa diplomática -junto a Colombia y Brasil- para «presionar mucho» por la publicación de actas de la elección presidencial desglosadas por mesa de votación. Hasta ahora eso no ha ocurrido.
«No podemos declarar a uno u otro ganador desde fuera. Tienen que ser los propios venezolanos los que encuentren su camino. Esa es la posición de México», afirmó Bárcena reiterando que el gobierno de su país «es respetuoso de la soberanía de los pueblos».
Pese a que México, Colombia y Brasil se unieron para intentar mediar en la crisis política en curso en Venezuela, que provocó el exilio de González hacia España, los tres países han evitado hasta ahora hacer declaraciones que los comprometa en declarar un ganador.
Bárcena dijo que ve «posible construir una plataforma de diálogo entre los distintos grupos» y afirmó sin dar detalles, que Venezuela «tiene que encontrar una salida» antes del 10 de enero, fecha en la que formalmente debe ocurrir la toma de posesión del presidente electo.
«El tema venezolano es un tema de ellos, no de la comunidad internacional», remarcó la canciller mexicana. Además dijo que habría que revisar las sanciones impuestas por Estados Unidos y Europa. «Creo que son demasiadas sanciones. Eso tampoco está ayudando mucho (…) Se está castigando demasiado a la gente en Venezuela».
Migración a la baja
De acuerdo con Bárcena, la migración que pasa por México rumbo a Estados Unidos ha bajado, incluyendo la cifra de migrantes venezolanos.
«Han disminuido los números. Nosotros tuvimos una crisis muy fuerte en 2023 con Estados Unidos, cuando tuvimos a 12.500 personas tratando de entrar a EEUU por día», recordó. «Logramos disminuir esto en 66 % y hoy estamos en alrededor de 3.000 o 3.600 personas que sí intentan ingresar todos los días».
A la vez, la diplomática admitió que los mecanismos que está utilizando el gobierno de Estados Unidos, como el «parole humanitario» para cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos está ayudando a las cifras más bajas en este momento.
«A nosotros sí nos han disminuido mucho el número de venezolanos» intentando entrar a EEUU a través de México de forma irregular.
También aludió a la aplicación CBPOne, en virtud de la cual EEUU deja entrar a unas 1.400 personas cada día.
Bárcena resaltó que los convenios para hacer retornos a países como Venezuela, Cuba, Honduras, Guatemala y Colombia, que en su opinión han contribuido a aliviar la crítica situación en la frontera sur con EEUU respecto al año pasado. «Eso ha logrado despresurizar el paso por México».
Haití
Consultada acerca de la situación de Haití, la canciller mexicana dijo que la nación necesita más apoyo internacional para salir de la crisis actual generada por la violencia de las pandillas.
«Definitivamente es muy importante que todos los países colaboremos al respecto. Tenemos fuerzas militares que están allí de manera permanente (…) Esto tiene que ser un llamado, el mundo está invirtiendo miles de millones de dólares en armamentos (en) Ucrania, Israel», recalcó Bárcena.
Expresó la diplomática que sí debe haber una extensión de la fuerza multinacional «tanto se define qué tipo de operación de paz se puede dar en Haití».
En entrevista esta semana con la VOA, el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, dijo que «promover la democracia en el hemisferio» es la prioridad del gobierno de EEUU y mencionó entre otras naciones a Haití.
Nichols explicó que por el momento avanza la iniciativa multinacional de seguridad donde está Kenia, Jamaica y se espera que otros países puedan contribuir con policías.
A la vez comentó que se trabaja en la creación de un sistema de financiamiento «claro, predecible y algo que puede dar a la misión en Haití la capacidad de entender las necesidades del pueblo haitiano».
EEUU ha aportado 65 millones de dólares para la misión de Haití hasta la fecha y aseguró que ese apoyo «va aumentar», de acuerdo con Nichols.
El funcionario estadounidense lamentó, no obstante, que «la mayoría de los países alrededor del mundo no han contribuido con financiamiento, ni logística, ni material para la misión» en Haití.
¿En qué consiste la «preocupación» de México respecto a la captura de histórico narcotraficante?
Consultada acerca de la captura del histórico narcotraficante y líder clave del cártel de Sinaloa mexicano, Ismael «El Mayo» Zambaba, Bárcena dijo que su gobierno «combate todos los días el tráfico de drogas», pero reiteró «su preocupación» porque no fueron notificados ni participaron en el operativo.
«[La captura del narcotraficante de 74 años en julio] fue un hecho del cual México no participó», afirmó. «No fue alertado, no fue invitado a participar, fue un hecho que realmente ocurrió al margen del gobierno de México y esa es nuestra preocupación (…) Creo que debemos tener más comunicación y concertación de acciones», agregó.
De acuerdo con su equipo de abogados, Zambada fue engañado para volar a Estados Unidos, donde fue detenido en Texas junto con un hijo del capo Joaquín «El Chapo» Guzmán tras eludir a las autoridades durante décadas.
La violencia se ha incrementado en el estado de Sinaloa, donde unas 53 personas han muerto y otras 51 están desaparecidas desde que facciones rivales del Cartel de Sinaloa comenzaron a enfrentarse a principios de septiembre, como consecuencia del conflicto entre los dos grupos más poderosos del cártel que se remonta a julio, cuando Zambada fue capturado y llevado a Estados Unidos.
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