Representantes de la comunidad venezolana del Sur de Florida instaron a los jinetes de su país que han tenido éxito en Estados Unidos a no participar en un clásico hípico que está siendo organizado para este fin de semana en Venezuela, advirtiendo que de hacerlo estarían participando en un evento organizado para limpiar la imagen del represivo régimen.
Bautizado con el nombre Serie Hípica del Caribe 2024, el encuentro aspira que algunos de los más reconocidos jockeys venezolanos que han logrado abrirse paso en los hipódromos de Estados Unidos viajen a Caracas esta semana para participar en las 14 carreras programadas.
Aunque ninguno ha anunciado públicamente de que participará en el encuentro, fuentes allegadas al menos a tres de ellos han comunicado que sí piensan competir en la serie. Otros cuatro jinetes no venezolanos basados en hipódromos de Estados Unidos también han expresado en privado sus intenciones de viajar a Venezuela.
De hacerlo, eso sería visto como una ofensa para una extensa comunidad venezolana que ha buscado refugio en Estados Unidos para escapar de la persecución y del caos económico causado por el régimen en el país sudamericano, advirtió José Antonio Colina, presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).
“Nuestros jinetes no deberían vincularse con este evento porque con ello están poniéndose de lado de una tiranía que viola los derechos humanos y que está muy vinculada con el narcotráfico”, dijo Colina.
“Para nadie es un secreto que el hipismo en Venezuela es utilizado como una máquina de lavado de dinero y asistir a una competencia de ese nivel, primero te vincula con personas que han sido señaladas de ser narcotraficantes, personas señaladas de ser delincuentes y de paso ayudas a lavarle la cara a un tirano que viola los derechos humanos, que está ilegítimamente en el poder y que está sancionado por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos”, agregó.
Los máximos líderes del régimen venezolano, incluyendo al propio Maduro, han sido acusados por la justicia estadounidense de encabezar el denominado Cartel de Los Soles, organización criminal que exporta anualmente entre 250 y 350 toneladas de cocaína, principalmente hacia Estados Unidos y Europa.
El régimen también enfrenta acusaciones de cometer crímenes de lesa humanidad ante los organismos internacionales y más recientemente de tratar de permanecer ilegítimamente en el poder tras cometer fraude en las elecciones presidenciales de julio.
La ola de represión -marcada por el arresto, y en algunos casos la tortura, de más de 2,000 personas que protestaban en las calles- han causado alarma ante la comunidad internacional y el enrarecido ambiente en Venezuela ha llevado a varios jinetes que debían competir este año en el Clásico Internacional del Caribe a cancelar su participación en el evento que debía realizarse en el Hipódromo La Rinconada de Caracas.
Sacudidos por las cancelaciones, el régimen procedió a reemplazar el clásico por lo que llamó la Serie Hípica del Caribe 2024. Aun cuando las 14 carreras están pautadas para este domingo, él régimen aún se encontraba a inicios de esta semana tratando de confirmar la asistencia de jinetes de alto nivel.
Para algunos integrantes de la comunidad venezolana en el Sur de Florida, los nombres de las carreras a ser disputadas son de particular desagrado, en especial la Copa “Policía Nacional Bolivariana” y la “Copa Tribunal Supremo de Justicia”, dos instituciones que han jugado un papel central en las operaciones de represión del régimen.
El ex senador venezolano Pablo Medina, quien se vio obligado a salir de Venezuela bajo la persecución del régimen, dijo que los jinetes venezolanos que se encuentran en Estados Unidos deberían considerar con cuidado lo que están haciendo antes de viajar a Venezuela.
“Si esto está siendo usado por el régimen como un instrumento para promocionarse, para distraer la atención o para brindar una imagen de paz y progreso entonces claramente no deberían participar”, opinó el opositor venezolano. El ex diplomático venezolano José Hernández, coincidió.
“Uno pensaría que las actividades de la cultura, el deporte y el arte deberían continuar independientemente de las circunstancias políticas, pero aquí se debería tener un poquito de respeto a la situación en Venezuela, tenemos más de 2,000 presos, del cual el 30% son mujeres y donde también hay niños, todos ellos solo por salir a protestar”, dijo.
Con eso en mente, no corresponde sumarse a los esfuerzos del régimen por convencer al mundo que en Venezuela prevalece la normalidad, agregó.
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