El Instituto Prensa y Sociedad Venezuela (IPYS Venezuela) registró 25 violaciones a las libertades informativas entre el 7 y el 10 de enero de 2025, que antecedieron el acto de juramentación de Nicolás Maduro.
Por IPYSve
El recrudecimiento de la represión a periodistas y medios en Venezuela tiene un objetivo deliberado: imponer la censura sobre un proceso electoral sin las garantías que establecen los estándares internacionales e, incluso, la propia Constitución y leyes venezolanas. De esa manera, la ciudadanía se ve impedida de disponer de información suficiente y confiable.
En vez de garantizar un entorno propicio para el libre intercambio de informaciones, ideas y opiniones, el Estado venezolano ha optado por la violencia extrema para acallar las voces críticas. Todo ello profundiza el deterioro de la situación de los derechos humanos en el país y, consecuentemente, el debilitamiento de la institucionalidad democrática.
Desde las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, el hostigamiento a la prensa ha llegado a extremos sin precedentes: 11 periodistas fueron detenidos arbitrariamente, encarcelados y sometidos a procesos penales bajo imputaciones de terrorismo. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión han calificado la situación como “terrorismo de Estado”.
En 2024, IPYS Venezuela constató 94 casos que comprendieron 120 violaciones contra las libertades informativas, relacionados con coberturas del tema electoral o de las manifestaciones ciudadanas desarrolladas en el país.
En la víspera
Durante la jornada de cobertura informativa de las manifestaciones del 9 de enero, IPYS Venezuela registró cuatro detenciones arbitrarias y seis agresiones y hechos de amedrentamiento que afectaron a 10 trabajadores de la prensa.
Los siete casos contra periodistas durante la cobertura de las manifestaciones del 9 de enero ocurrieron en los estados Zulia (3), Aragua (1), Carabobo (1), Táchira (1) y el Área Metropolitana de Caracas (1). Estos hechos afectaron a ocho trabajadores de la prensa: siete hombres y una mujer.
Entre los hechos más graves destacan la detención del periodista y profesor de La Universidad del Zulia, Edinson Castro, arrestado por efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) durante la protesta en la Plaza de la República en Maracaibo, estado Zulia. En horas de la noche, Castro fue liberado.
Durante la manifestación marabina también fueron detenidos, por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), el periodista Leandro Palmar de LUZ Radio, y su asistente técnico, Salvador Cubillán. Ambos están recluidos en el Destacamento 111 de la GNB, y sus familias se enteraron de la detención el 10 de enero.
En la tarde del 9 de enero, Vente Venezuela denunció que el periodista Julio Balza, del equipo de Comando con Vzla, estaba desaparecido desde las 4:00 p.m. Sus familiares confirmaron al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) que Balza fue detenido por efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) cuando iba a buscar su carro después de la manifestación opositora realizada en Chacao.
En el Zulia, funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) agredieron a Felipe López, reportero del programa radial y la cuenta informativa Frecuencia de Noticias, y la periodista Joanna Barboza, directiva del Colegio Nacional de Periodistas (CNP) seccional Zulia, cuando grababan un reporte en las inmediaciones de la Plaza de la República en Maracaibo, punto de concentración pautado por la oposición.
A las 10:50 a.m., efectivos de la GNB, Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Dgcim estaban reprimiendo la manifestación. Funcionarios de la Dgcim, encapuchados, comenzaron a disparar y a golpear a los manifestantes, entre ellos, López y Barboza.
“Cuando le digo a un funcionario que soy ‘prensa’ y ve que estoy con el micrófono en la mano, me dijo que no le importaba y me dio un rolazo en la pierna derecha, a la altura del fémur. No me pasó nada, porque en el bolsillo del pantalón, tenía el carnet del CNP. Cuando Joanna se identificó, también como ‘prensa’, el funcionario le dio un manotón en la mano y el celular salió volando. El receptor del micrófono se cayó y el funcionario, cuando vio que yo todavía estaba reportando, pisó el receptor y lo partió”, relató López a IPYS Venezuela.
Hacia la región central, en Maracay, estado Aragua, durante la concentración ciudadana al final de la avenida 19 de abril, unos motorizados se acercaron al periodista Reynaldo Campins para exigirle su teléfono. Inicialmente, Campins accedió a colaborar y borró el material que había registrado. Sin embargo, momentos después, los motorizados regresaron y le arrebataron el celular de manera violenta. En medio del altercado, uno de los agresores disparó al aire con un revólver, lo que obligó al reportero a entregar su teléfono y lanzarse al suelo por seguridad. Tras el hecho, los motorizados abandonaron el lugar.
Al periodista Randolfo Blanco, de Carabobo, un efectivo de la GNB le arrebató el teléfono cuando hacía una transmisión en vivo durante la manifestación en la avenida Bolívar Norte de Valencia. Tras identificarse como periodista, el militar le devolvió el celular.
En el municipio fronterizo Pedro María Ureña del estado Táchira, el locutor Frank Daza, director de Radio Binacional Informativa, recibió un golpe mientras cubría la concentración de la oposición en ese lugar. Según el alcalde Jhon Carrillo, sujetos a bordo de un vehículo golpearon y dispararon a un grupo de personas donde Daza resultó herido por un cachazo. El comunicador social se encuentra bien.
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