El presidente Donald Trump firmará varias decisiones ejecutivas sobre inmigración en sus primeras horas en el cargo, suspendiendo el reasentamiento de refugiados, restableciendo una política que requiere que los migrantes en la frontera sur permanezcan en México mientras esperan sus comparecencias ante los tribunales y poniendo fin a un programa de libertad condicional que proporcionaba otra vía legal de entrada para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos.
Por Michael Wilner / El Nuevo Herald
El programa de libertad condicional (CHNV) había permitido que más de 530,000 migrantes de los cuatro países migraran temporalmente a Estados Unidos durante la administración Biden a través de una especie de “fila digital”, llamada la aplicación CBP One. La aplicación, en general, permitió que más de un millón de personas ingresaran al solicitar también citas de inmigración de forma electrónica en la frontera con México. La aplicación se creó en un intento de disuadir a los migrantes de llegar en persona a la frontera para su procesamiento.
Tanto el programa CHNV como el de “Permanecer en México” han sido objeto de años de litigios, que probablemente continuarán mientras Trump asume el cargo.
En su discurso inaugural, el presidente dijo que enviaría tropas a la frontera sur “para repeler la desastrosa invasión de nuestro país” y que designaría a los carteles de la droga organizaciones terroristas extranjeras. Según la Patrulla Fronteriza, el número de intentos de cruzar la frontera en diciembre fue el más bajo desde 2019.
La nueva Casa Blanca también dijo en un comunicado que el presidente “suspenderá el reasentamiento de refugiados, después de que las comunidades se vieron obligadas a albergar poblaciones grandes e insostenibles de migrantes, lo que puso a prueba la seguridad y los recursos de la comunidad”.
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