El Ocean Viking, fletado por Médicos sin Fronteras (MSF) y SOS Méditerranée, espera cerca de las aguas jurisdiccionales de Italia y Malta a que alguno de esos países autorice a desembarcar a los 356 migrantes que rescataron frente a las costas libias.
«No hemos contactado con otros países», subrayó a Efe Sophie Rahal, administradora de SOS Méditerranée, al ser preguntada por la situación que vive el Open Arms.
Italia no deja atracar en Lampedusa a ese segundo barco y las autoridades españolas le han propuesto como alternativa que se dirija a algún puerto de Baleares, los más cercanos en territorio español.
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El Ocean Viking ha hecho repetidas demandas a Malta e Italia. El primero de esos países ha respondido para señalar que no es un asunto de su competencia puesto que los rescates se produjeron fuera de las aguas bajo su responsabilidad, mientras que el segundo ni siquiera ha contestado.
Rahal insistió en que «debe haber a cualquier precio un mecanismo de desembarco» acordado a nivel europeo.
En el Ocean Viking no hay situaciones de urgencia entre los 356 migrantes que necesiten una rápida evacuación como en el caso del Open Arms. No obstante, los equipos de MSF han realizado unas 130 consultas y han tratado a más de 60 personas.