Dice al diario ALnavío una fuente en Washington que fue Cuba la que organizó las conversaciones entre Caracas y Pyongyang. ¿Para qué? Para que el régimen de Nicolás Maduro tome nota y aprenda a sobrevivir con las sanciones y embargos internacionales. En eso la dictadura de Kim Jong-un es toda una experta. Además, no hay que olvidar las palabras del hijo de Maduro en su visita a Corea del Norte.
Por Daniel Gómez / ALnavío
En Pyongyang todo es un misterio. Y por supuesto, también lo es el contenido de la reunión que mantuvo la delegación de Nicolás Maduro con los funcionarios de Kim Jong-un la semana pasada, cuando el régimen inauguró la embajada en Corea del Norte.
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“Se discutieron los problemas concretos para ampliar y desarrollar aún más las relaciones bilaterales en diferentes sectores”, fue el escueto mensaje con el que la Agencia Telegráfica de Corea del Norte resolvió el encuentro del vicecanciller venezolano, Rubén Darío Molina, y su par, Pak Myong Guk. El régimen venezolano, por su parte, ni siquiera se hizo eco del encuentro.
Pese al secreto con el que han manejado el tema, van apareciendo pistas que definen esta renovada relación entre Maduro y Kim Jong-un. Una de ellas fue la visita a Pyongyang del hijo de Maduro, Nicolás Maduro Guerra, también conocido como Nicolasito, la cual tuvo un importante contenido simbólico e ideológico.
Nicolasito Maduro asistió a un acto de las juventudes comunistas como representante del PSUV, el partido chavista. Allí se deshizo en elogios sobre Kim Jong-un y su dictadura. Hasta el punto de decir que Venezuela está lista para aprender del modelo de resistencia y sociedad de Corea del Norte.
Una fuente en Washington conocedora de la situación en Pyongyang, y también de Caracas, explica que Maduro está buscando asesoría para esquivar las sanciones de Estados Unidos.
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A principios de agosto, el presidente Donald Trump firmó una Orden Ejecutiva que prohibía a países y empresas hacer negocios con el régimen de Maduro. El impacto de la medida no se hizo esperar y dos países aliados de Maduro como Turquía y China pausaron sus operaciones en Venezuela por miedo a las sanciones. Es el caso del banco turco Ziraat y la petrolera china CNPC (Corporación Nacional de Petróleo de China), ambas empresas de propiedad estatal.
Si un país está acostumbrado a lidiar con bloqueos y embargos es Corea del Norte. Más de 70 años de dictadura dan para mucho. Conocida fue la sanción que en 2017 le impuso el Consejo de Seguridad de la ONU. Todos los países que lo conforman, incluidos Rusia y China, aprobaron restringir los suministros de petróleo y gas natural a Pyongyang, limitando en 8.000 millones de dólares sus ingresos y provocando ese mismo año una caída del PIB de 3,5%.
Pese a todo, la economía norcoreana sigue funcionando. Y funciona porque los norcoreanos “se han hecho expertos en crear redes paralelas para esconder el tránsito de bienes físicos y el manejo del dinero”, explica la fuente. Pese a las sanciones y los embargos, a la élite norcoreana no le faltan coches, marcas de lujo ni tecnologías punteras.
Pese a todo, la economía norcoreana sigue funcionando. Y funciona porque los norcoreanos “se han hecho expertos en crear redes paralelas para esconder el tránsito de bienes físicos y el manejo del dinero”, explica la fuente. Pese a las sanciones y los embargos, a la élite norcoreana no le faltan coches, marcas de lujo ni tecnologías punteras.
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La fuente agrega que los norcoreanos también son expertos en “manipular cargamentos y pagos”. Y pone un ejemplo. La polémica ocurrida en 2013, cuando un barco norcoreano que salió de Cuba fue interceptado en las aguas caribeñas del Canal de Panamá por un cargamento sospechoso. Eran armas cuya finalidad nunca se aclaró, pero que desde Washington definieron como contrabando de material armamentístico.
Este incidente también justifica otro punto que señala la fuente. Que la delegación de Maduro fue a Corea del Norte por recomendación de Cuba. De hecho, dice que fue La Habana la que organizó el encuentro.
Son conocidas las buenas relaciones entre cubanos y norcoreanos. El ejemplo más reciente data del 13 de agosto. Ese día se celebra en Cuba el nacimiento del fallecido Fidel Castro, y como “homenaje”, así lo explica la agencia norcoreana de noticias, la embajada de Kim Jong-un en Cuba depositó un cesto de flores en la tumba del dictador.
No hay que olvidar que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, visitó Corea del Norte en noviembre de 2018 y se reunió personalmente con Kim Jong-un.
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Este tipo de alianzas, la de Pyongyang con La Habana, y ahora con Caracas, la fuente las define como “alianzas entre países forajidos”. Países sancionados por la comunidad internacional y que crean redes alternativas para que sigan prosperando sus negocios. Quizá esto le interesa a Nicolasito Maduro, denunciado en entrevista con el diario ALnavío por el general Cristopher Figuera, exjefe del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional), por enriquecerse con el oro del Banco Central de Venezuela. De hecho, la fuente llama a Nicolasito Maduro “el zar de los metales”. Y ya se sabe que la minería es el sector número uno de la economía norcoreana.
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