El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este lunes, desde el hospital donde convalece de una operación de hernia abdominal, que retomará el trabajo el martes y confirmó mediante su portavoz que irá este mes a la Asamblea General de la ONU para defender su posición sobre la selva amazónica.
“Gente, solo este lunes estoy de descanso. Mañana vuelvo al trabajo”, afirmó el mandatario, que fue operado el domingo, en un video colgado en su cuenta de Twitter, en el que aparece recostado con un desayuno servido en una pequeña mesa, mirando en la televisión un episodio de “El Chavo del Ocho”, la serie de televisión cómica mexicana, muy popular en Brasil.
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La operación, la cuarta desde que fue apuñalado hace un año durante un acto callejero de campaña, fue realizada en el hospital Vila Nova Star de Sao Paulo y duró unas cinco horas, un par más de lo previsto.
En una rueda de prensa en el hospital paulista, el portavoz de Bolsonaro, el general Otávio Rego Barros, y el equipo médico responsable de la operación confirmaron la previsión de alta médica para el jueves.
El portavoz también confirmó que Bolsonaro tiene previsto viajar a la Asamblea general de la ONU en Nueva York, donde Brasil realiza tradicionalmente el primer discurso, previsto esta vez para el 24 de septiembre.
Días antes de la operación, el mandatario ultraderechista prometió que iría “aunque sea en silla de ruedas” para hablar de la crisis generada por el alarmante número de incendios en la Amazonía.
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Rego Barros explicó que, aunque Bolsonaro haya mostrado su disposición “a iniciar los trabajos de conducción del poder ejecutivo”, el vicepresidente Hamilton Mourao permanecerá al frente del gobierno hasta el jueves, como estaba previsto.
Según el último boletín médico publicado ese martes por la mañana, Bolsonaro presenta un cuadro “estable, sin dolor, sin fiebre y con buena evolución clínico-quirúrgica” y este lunes “iniciará la fisioterapia motora” y se alimentará con “dieta líquida”.
Aunque el mandatario sigue “con las visitas restringidas”, el hospital reservó una zona para que su equipo de gobierno pueda trabajar.
Tras ser apuñalado el 6 de septiembre de 2018, Bolsonaro pasó varios meses -incluso acudió a su investidura el 1 de enero- con una bolsa de colostomía, que le fue retirada a fines de enero.
El presidente fue atacado durante un acto de campaña en el estado de Minas Gerais.
El agresor, identificado como un exmilitante del partido de izquierda PSOL de 41 años, fue diagnosticado con trastorno delirante -un tipo de psicosis- y declarado inimputable por la justicia.
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Adélio Bispo de Oliveira está recluido en la unidad psiquiátrica de una cárcel de máxima seguridad.
AFP
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