La ciudad brasileña de Río de Janeiro celebró este domingo el Desfile del Orgullo Gay para defender la “democracia y la libertad” y denunciar la “censura” promovida por el alcalde de la ciudad contra un libro en el que aparecían homosexuales besándose.
Con banderas arcoiris, carteles reivindicativos y atrevidos atuendos, miles de personas desafiaron a la lluvia y salieron a las calles de la “Ciudad Maravilhosa” en la vigésimo cuarta “Parada do Orgulho Gay”.
En clave política, entre los discursos se colaron duras críticas al presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro; al gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, y al alcalde de la ciudad, Marcelo Crivella, quienes cuentan con un historial de declaraciones homófobas.
Con una pancarta en la que se leía “Porque el beso es libre, censura nunca más”, los manifestantes también denunciaron el reciente intento de Crivella de vetar un libro en el que aparece el diseño de dos adolescentes homosexuales besándose.
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Crivella, pastor evangélico, ordenó decomisar el cómic durante la Bienal del Libro de Río de Janeiro celebrada este mes, pero fue frenado por una decisión de la Corte Suprema de Brasil, el máximo tribunal del país.
Bajo el lema “Por la democracia, libertad y derechos: ayer, hoy y siempre”, centenas de personas se concentraron en el turístico barrio de Copacabana y recordaron los 40 años del movimiento LGBT de Brasil.
La marcha de Río de Janeiro, bastión electoral del presidente Bolsonaro, tuvo lugar tres meses después de la celebrada en Sao Paulo, una de las más multitudinarias del mundo y que contó con más de tres millones de personas.
EFE