Los mercados populares ya no son sinónimo de ahorro a la hora de comprar los ingredientes para la preparación de las tradicionales hallacas, reseña El Nacional.
En un recorrido se pudo constatar que las aceitunas, alcaparras, pasas y el onoto son artículos que resultan más asequibles en las cadenas de supermercados. Sus precios pueden doblarse en los mercados populares al ser sumamente volátiles, debido a que son importados y sus costos están anclados a monedas del mercado internacional.
Las aceitunas a granel en los mercados populares se consiguen desde los 180.000 hasta los 290.000 bolívares. Sin embargo, en algunas cadenas comerciales pueden hallarse en 154.000 bolívares.
También, los precios de las alcaparras y las pasas son más bajos en esos negocios. Las primeras pueden conseguirse en 96.000 bolívares y las pasitas a partir de 136.500 bolívares.
Las proteínas para el guiso como la carne, el pollo y el tocino, representan uno de los desembolsos más importantes de este plato tradicional.
La carne para guisar se consigue en los establecimientos privados en 56.000 bolívares el kilo. Muy por debajo del precio del mercado de Chacao, que se ubica en 84.000 bolívares, e incluso en mercados del oeste como Guaicaipuro y Quinta Crespo, donde supera los 59.750 bolívares por kilogramo.
El mejor sitio para comprar la pechuga de pollo y el tocino es el mercado de Quinta Crespo. Su precio está entre los 50.000 y 53.000 bolívares, respectivamente.
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Los adornos como la cebolla y el pimentón están más económicos en los mercados Guaicaipuro y Quinta Crespo. También la mayoría de los ingredientes del guiso se pueden adquirir allí por un precio menor.
Las hojas de las hallacas en las cadenas privadas se encuentran por paquetes que prometen alcanzar para 50 unidades. Así también en el mercado de Chacao. Su precio varía entre 49.900 y 60.000 bolívares.
Pero muchos prefieren comprar el kilo de hojas que está en 7.000 bolívares en Quinta Crespo.
Contra todo pronóstico
Como todos los años, la familia de Mónica Castellanos está planificando la preparación de sus hallacas. A ella se le suman primos y tíos. Cada integrante lleva un ingrediente y todos juntos hacen las “hallacas colectivas”.
“Dependiendo de los precios, veremos cuántas podemos hacer”, dice Castellanos.
La joven, de 35 años de edad, señaló que en otras oportunidades se preparaba una cantidad determinada para cada grupo familiar, además de las que se consumirían en Nochebuena y en Año Nuevo.
Al igual que Castellanos, Mariana Rodríguez es enfática cuando dice que no dejará que esta tradición pierda valor en su casa.
“Si el año pasado hicimos, cuando era más difícil comprar los ingredientes, ¿por qué este año no las vamos a hacer?”, dijo Rodríguez.
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