El Gobierno cubano recibió en la madrugada de este lunes a otros 207 profesionales de la Isla que trabajaban en Bolivia, la mayoría de ellos médicos. En el grupo viajaban los cuatro que estuvieron detenidos en La Paz y fueron liberados este domingo, a quienes La Habana declaró «víctimas del odio».
«Ustedes han sido víctimas del odio y el injustificado hostigamiento de quienes nada tienen que ver con ese pueblo agradecido», dijo el viceministro de Salud Pública, Alfredo González, en aparente referencia al Gobierno interino boliviano.
A recibir a los repatriados desde Bolivia también acudieron al aeropuerto de La Habana Roberto Morales Ojeda, vicepresidente del Consejo de Ministros; José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, y el vicecanciller Marcelino Medina Rodríguez.
«Ante los ataques hacia ustedes y a la Revolución cubana no caben otros calificativos que no sean los de injustos e inaceptables», dijo González, según citó el periódico oficial Trabajadores.
«Se trata de una hoja de ruta que están siguiendo nuestros enemigos, bajo la dirección del Gobierno de los Estados Unidos, que pretende borrar el ejemplo y denigrar el trabajo altruista que a lo largo de 60 años han edificado los profesionales de la salud cubanos», añadió.
«Nuestro Gobierno revolucionario garantizará todos los aseguramientos del retorno hasta que la totalidad de los integrantes de la Brigada Médica estén en la patria», concluyó.
La venta de servicios médicos es la principal fuente de ingresos del Gobierno cubano, que en 2018 captó por ese concepto unos 6.400 millones de dólares. El trabajo de esos profesionales es también uno de los pilares de la política exterior del régimen. Sin embargo, La Habana se queda con más del 70% de lo que pagan en salario los países de destino.
El año pasado unos 50.000 médicos cubanos trabajaban en 67 países, según EFE. Profesiones de la salud que han escapado de misiones en el exterior han denunciado que son sometidos a condiciones abusivas y violaciones de libertades fundamentales. Además, que son obligados a hacer proselitismo político, a falsear cifras de atención sanitaria e incluso a desechar medicamentos para que los números coincidan.
Los cuatro cubanos que estuvieron detenidos en Bolivia son Amparo Lourdes García Buchaca, Idalberto Delgado Baró, Ramón Emilio Álvarez Cepero y Alexander Torres Enríquez.
Fueron arrestados el pasado miércoles en la ciudad de El Alto. La prensa boliviana informó que se trasladaban en un vehículo en el que se encontró una mochila con el equivalente a unos 13.000 dólares.
Vecinos los habrían acusado de pagar a manifestantes afines al expresdiente Evo Morales. El Gobierno cubano dijo que el dinero era para pagar servicios básicos y alquileres de un centenar de médicos de la Isla, y que cada mes se extraía una cantidad similar el banco.
Según Trabajadores, García Buchaca es llamada por sus compañeros «Mariana», por su fortaleza durante el tiempo en que permanecieron detenidos.
La publicación dijo que los cuatro sufrieron agresiones verbales y enfrentaron una campaña de difamación, un trato más benigno que el que da en la Isla el régimen cubano a sus opositores.
«Llevamos varios días en celdas en condiciones un poco precarias. Fuimos agredidos en redes sociales. Y finalmente sometidos a un proceso judicial donde demostramos cuáles eran las verdaderas intenciones de nuestro trabajo en el exterior», dijo Alexander Torres, otro de los detenidos.
Añadió que abandonó una Bolivia «con xenofobia, racismo y mucha división, donde están destruyendo todo lo que construyeron».
Un primer grupo, de 224 médicos, llegó a la Isla el sábado.
La canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, anunció el viernes que La Habana retiraría a sus profesionales en el país. En total, deben volver a Cuba 725 cubanos, en su mayoría médicos.
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