Rafael Ramírez, purgado del poder por Nicolás Maduro y que ahora vive a caballo entre “varios países europeos”, también defiende su gestión petrolera y los beneficios que –según explica— fueron inyectados en obras sociales de Venezuela durante los 12 años en los que presidió Petróleos de Venezuela. Elude responsabilidades sobre los casos de corrupción, reparte culpas en su junta directiva pero, sobre todo, reivindica la era de la bonanza petrolera de finales de la década pasada. En ocasiones, como su jefe difunto, también puede presentarse como un vendedor de milagros.
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En esta entrega, Ramírez accede a hablar sobre su amiga María Gabriela Chávez. La hija predilecta del fallecido expresidente mantuvo una estrecha y excelente relación que Ramírez todavía cuida, a juzgar por la delicadeza de sus respuestas. “María Gabriela siempre ha sido objeto de mucho ataque y mucho odio. Una cosa terrible”.
Rafael Ramírez reconoce trabajar cada día para acabar con el gobierno de Nicolás Maduro. Es su obsesión diaria, que compagina mientras escribe su próximo libro, todavía sin título y que aún no sabe si venderá en Amazon o en las librerías.
Y parte de ese trabajo, de esa labor incansable, también consiste en conversar con los disidentes del chavismo que todavía se mantienen bajo las directrices del régimen o que guardan silencio, como María Gabriela Chávez.
-¿Pertenece María Gabriela Chávez a ese sector crítico del chavismo?
-Tienes que preguntárselo a ella. Si hablo por María Gabriela o por Adán Chávez tal vez cometo un error. Cada quién tiene que asumir su papel en la historia. Yo asumí el mío. Cuando le dije a Maduro que quería volver a Venezuela, porque creía que la cosa estaba muy mal, porque tenía que ayudar, sobre todo con la industria petrolera, me dijo que no, que no podía volver al país. Me ofrecieron irme a Ginebra, por el tema de los derechos humanos. Me dijo esta gente que tenía que irme para allí, que la ciudad tiene un laguito, un chorrito. No estoy para eso. Cuando Chávez me llamó para ser ministro de petróleo, yo era un profesional en la ingeniería que tenía 24 años de trabajo en la industria del petróleo. Yo nunca viví de la política. Así como ellos tienen su posición en este momento, yo tengo la mía. Cada quien tiene que asumir su responsabilidad. Yo creo que hay que salir de Maduro, creo que se han cometido muchos errores, creo que hay que enderezar las cosas. Pero también creo que la historia recordará quién dijo algo y quién no dijo nada. Aquí nadie puede pasar agachado. La historia no va a permitir que nadie pase agachado.
– ¿Le está enviado usted un mensaje a los Chávez?
– Yo se los he dicho a todos ellos. Se los he dicho a personas que respeto mucho: no entiendo que estén subordinados a estos malandros. Yo no lo entiendo.
– ¿Dónde vive ahora María Gabriela Chávez?
– Creo que está en Venezuela como el resto de los hijos del presidente. Ojalá esté bien. Ojalá le vaya bien.
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