La crisis no distingue de fiestas y navidades: Los caraqueños, desde empleados públicos como pensionados y ancianos, se sembraron en las calles, pese a la confusión y factores como el sol y las largas colas, para cobrar o canjear su medio y sancionado “petro-regalo” que el régimen de Nicolás Maduro otorgó como supuesto “aguinaldo”.
El petro fue lanzado hace casi 3 años por Maduro en medio de su tentativa por “escapar” a las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea contra algunos funcionarios y empresas de la dictadura.
Pero a solo días de haberse lanzado, Estados Unidos prohibió su uso.
Se ideó como un criptoactivo y más tarde pasó a definirse como un certificado de ahorros. Ahora los economistas de Venezuela se refieren a él como una “unidad de cuenta”. Su uso está ligado al chantajista carnet de la patria.
Quienes se beneficien del petro usan su huella dactilar para hacer compras a través de métodos de biopago, pero también con billeteras electrónicas y aplicaciones de teléfonos inteligentes, considerados un lujo en Venezuela donde el salario mínimo y las pensiones no superan los 4 dólares por mes.
Con este panorama, los cerca de 30 dólares que suponen el medio petro son apetecibles para los venezolanos, especialmente si pueden transformarlos en alimentos o medicinas.
Colas por comida automercados Luz de Chacao 30-12-2019
La crisis no distingue de fiestas y navidades: Los caraqueños, desde empleados públicos como pensionados y ancianos, se sembraron en las calles, pese a la confusión y factores como el sol y las largas colas, para cobrar o canjear su medio y sancionado “petro-regalo” que el régimen de Nicolás Maduro otorgó como supuesto “aguinaldo”.
El petro fue lanzado hace casi 3 años por Maduro en medio de su tentativa por “escapar” a las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea contra algunos funcionarios y empresas de la dictadura.
Pero a solo días de haberse lanzado, Estados Unidos prohibió su uso.
Se ideó como un criptoactivo y más tarde pasó a definirse como un certificado de ahorros. Ahora los economistas de Venezuela se refieren a él como una “unidad de cuenta”. Su uso está ligado al chantajista carnet de la patria.
Quienes se beneficien del petro usan su huella dactilar para hacer compras a través de métodos de biopago, pero también con billeteras electrónicas y aplicaciones de teléfonos inteligentes, considerados un lujo en Venezuela donde el salario mínimo y las pensiones no superan los 4 dólares por mes.
Con este panorama, los cerca de 30 dólares que suponen el medio petro son apetecibles para los venezolanos, especialmente si pueden transformarlos en alimentos o medicinas.
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