Creado por el destituido alcalde Hebert Chacón y con conocimiento del gobernador chavista Omar Prieto, el grupo buscaba acabar con las mafias de la frontera norte con Colombia; pero se ha convertido en una pesadilla para los habitantes de la región, quienes habrían pedido ayuda a la guerrilla colombiana para librarse de la banda responsable de unos 50 asesinatos
Por TAL CUAL
A principios de agosto de 2018 un grupo armado se instaló en la comunidad Guarero, Guajira venezolana, ubicada a más de 100 kilómetros de Maracaibo, capital del estado Zulia. No era muy difícil reconocerlos: portaban armas largas, capuchas negras y se trasladaban en motos y camionetas a plena luz del día. El grupo estaba conformado en su mayoría por hombres wayúu, pero también alijunas, como se refieren en esta tierra a las personas que no son indígenas. Eran decenas de sujetos que en promedio no superaban los 30 años y se hacían llamar ‘La Zona’.
Un día, Yhazeibelinda, habitante de Guarero, se topó con algunos miembros del grupo armado. Eran las 5:00 de la mañana y sintió mucho miedo. “Todos hablaban de las extorsiones a los comerciantes, pero ni yo sabía qué era ‘La Zona’. En ese momento pensé que no me iba a devolver y dije: ‘si me matan, me matan’”, relata. Un alijuna le preguntó que a dónde iba y ella respondió que a trabajar. El hecho no pasó a mayores. “Antes había presencia de la guerrilla, pero Guarero era tranquilo. Ahora ‘La Zona’ te pregunta a dónde vas y qué vas a hacer”, dice.
Desde que ‘La Zona’ apareció en Guarero, Yhazeibelinda debe caminar mucho más para conseguir transporte público, porque los choferes se niegan a entrar a su comunidad. Aunque no existen cifras oficiales ni extraoficiales -los medios de comunicación no lo documentan y las personas no se atreven a denunciar por miedo-, los asesinatos se cuentan por decenas: hay quienes dicen que este siniestro grupo ha matado a más de 50 personas, especialmente jóvenes varones.
Esta situación ha provocado desplazamientos forzosos de los habitantes de Guarero, principalmente de hombres que temen ser reclutados a la fuerza: al menos 20 casas han sido abandonadas en este lugar. “Los familiares sacan a los jóvenes porque son los principales objetivos. Si no te prestas para el reclutamiento, te eliminan. Hasta los niños son reclutados”. La escena se repite en otras comunidades como Taparito, Calle Larga, Calié y Caujarito.
Además de las extorsiones a comerciantes en Paraguaipoa, ‘La Zona’ se financia con el contrabando de combustible en Sinamaica: vacunan a quienes contrabandean gasolina a Colombia; también con el robo de animales y el cobro de peaje en la frontera a personas que viajan a través de las trochas de Maracaibo a Maicao o viceversa.
Y todo esto a la vista de los cuerpos de seguridad: un habitante de Guarero que prefirió el anonimato por seguridad, afirmó que ha visto alcabalas paralelas de ‘La Zona’ a pocos metros de las alcabalas de la Guardia Nacional. “Ellos funcionan a la luz de las autoridades, con anuencia de las autoridades que los apoyan. Los he visto: en Guarero hay cinco alcabalas y en el mismo punto de control donde está guardia nacional que le quita el soborno al viajero, allí, a unos pocos metros está el punto de ‘La Zona’”, relató.
Origen macabro
Harry es un joven periodista originario de Guarero que tuvo que huir a Colombia por miedo al reclutamiento. “Lamentablemente soy de ahí. Era un pueblo sano y tranquilo hasta que aparecieron estos jóvenes con pistolas y armas de guerra”, dice.
En tierra colombiana, Harry conoció a un exmiembro de la banda que decidió «volarse del grupo” e irse también de la Guajira. “Duramos como una semana hablando. Según comentó, inicialmente el grupo se originó desde la misma gobernación del estado Zulia; es decir, digamos que fue creado por Omar Prieto. Le presentaron una propuesta para acabar con las mafias en la Guajira y le dio el visto bueno para armar este grupo en la frontera”, señala el comunicador social.
Sin embargo, no fue este el dato más inquietante que Harry recibió del exmiembro de ‘La Zona’: el joven afirmó que entre el grupo había expresos de la antigua cárcel de El Marite y del retén de Cabimas.
“Según la versión que me dio el joven que entrevisté, muchos de ellos fueron sacados de la cárcel de El Marite y de Cabimas con el propósito de instalarlos ahí para que llevaran a cabo ese trabajo”, expresa. Una señora que trabajó en servicio de limpieza para uno de los cabecillas de ‘La Zona’, y que prefirió guardar el anonimato por miedo a represalias, también aseguró esta versión.
Aunque no hay pruebas contundentes que vinculen a Prieto con ‘La Zona’, varios testigos señalan a otro político como el principal responsable: el exalcalde de la Guajira, Hebert Chacón, originario de Guarero, quien fue destituido por el concejo municipal en 2017, tras ser reelecto en dos ocasiones para el cargo.
Según fuentes consultadas, la familia de Chacón históricamente se ha disputado territorios de la Guajira con grupos armados y ante la posibilidad de perder estas cuotas de poder, armó el grupo apoyado por su hermano Douglas Chacón y un sobrino del mismo nombre. En 2018 varios testigos vieron llegar a Hebert Chacón a un velorio en Guarero escoltado por miembros de “La Zona”.
Hay quienes sostienen que la destitución de Chacón se motivó al hecho de que abandonó parcialmente el cargo porque su integridad estaba en peligro por amenazas de otras bandas. En noviembre de 2017, Yrmana Almarza, periodista y profesora universitaria, escribió sobre este caso: “Desde antes de la primaria que celebraron los candidatos opositores para las elecciones regionales del 15O de 2017, el alcalde de Guajira, Hébert Chacón, abandonó sus funciones en el ayuntamiento wayuu. Un serio y muy delicado problema familiar, una discordia fronteriza entre familias, amenaza su integridad y la de sus más cercanos parientes y no es broma. Fuentes cercanas a Chacón me indican que se encuentra de muy bajo perfil en una de sus propiedades en suelo plano”.
Harry confirmó que tuvo acceso a un vídeo donde se observan a integrantes de ‘La Zona’ navegando en uno de los ríos de la Guajira venezolana, el cual compartió en un grupo de periodistas donde estaba la comunicadora Carla Angola, quien habría tergiversado la información al publicar en su Twitter que este grupo pretendía robar la ayuda humanitaria que la oposición liderada por Juan Guaidó intentó ingresar al país el 23 de febrero.
TalCual intentó durante varias semanas conocer la opinión de la gobernación zuliana respecto a estos señalamientos, sin que fuera posible obtener respuesta alguna.
El líder “Carne molida”
Juan Romero, Secretario de Asuntos Fronterizos de la gobernación del Zulia y hombre cercano a Prieto, confirmó la existencia de “La Zona” en junio de 2019. Incluso afirmó que estaban conformados por más de cuatro mil hombres armados.
Sobre las denuncias de que la banda está integrada por expresidiarios, aunque los habitantes de la Guajira temen denunciar, la información es un secreto a voces. Varios testigos afirman que en un principio uno de los líderes de ‘La Zona’ fue Néstor Castillo Castillo, alias “Carne molida”, pues lo observaron en varias ocasiones con el grupo en los alrededores del mercado de Los Filúos.
Este temible delincuente saltó a la palestra pública luego de que en 2015 el Tribunal Tercero de Ejecución ordenara su liberación del retén de El Marite, pese a ser señalado de liderar “la matanza del oeste” que dejó seis muertos entre el 27 y 28 de septiembre del 2014 en Maracaibo.
En enero de 2019 “Carne molida”, quien habría desertado de ‘La Zona’ por no recibir suficiente dinero para subsistir, fue detenido en Colombia y calificado como el criminal extranjero más peligroso en el vecino país.
Fuera de control
En los últimos meses ‘La Zona’ se ha vuelto un dolor de cabeza, tanto para funcionarios de seguridad del Estado como para otros grupos armados en la Guajira, luego de que algunos de sus cabecillas desconocieran a los Chacón como líderes del grupo.
En agosto de 2019, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), asesinó a varios de sus miembros luego de que hirieran a un funcionario que andaba de civil, y el 24 de octubre se registró una balacera en la zona conocida como La Y, vía Paraguachón, donde habrían resultado muertas dos personas y un funcionario del Conas (Comando anti extorsión y secuestro de la Guardia Nacional) habría sido trasladado gravemente herido a la ciudad de Maracaibo.
Asimismo, el 7 de noviembre se reportó en Guarero un enfrentamiento que se convirtió en masacre, entre miembros de ‘La Zona’ y grupos guerrilleros, quienes se disputan el control de la población, de las trochas y del cobro de vacuna a quienes transitan entre Colombia y Venezuela.
La situación ha llegado hasta Colombia, donde las autoridades han expresado abiertamente sobre ello. De hecho, la Defensoría del Pueblo colombiana emitió la alerta 039 donde advierte que ‘La Zona’ mantiene el control del paso irregular conocido como La 80, que en la actualidad es utilizada para el ingreso hacia Colombia por el corregimiento de Paraguachón.
Según el informe, citado por el portal Tuuputchika, realizan el cobro del 10% de la ganancia a los transportistas de carros y “chirrincheras” que transitan en los pasos irregulares, imponiendo el cobro de peajes, extorsionando a la población civil que transita por las trochas, asaltándolas y agrediéndolas físicamente, así como también controlando la dinámica del contrabando de combustible y tráfico de armas.
Y mientras en el vecino país las alarmas están encendidas ante el auge de esta fatídica banda, del lado venezolano de la frontera no existe el más mínimo intento por controlar la situación. Solo existe el secreto a voces del dominio que tiene ‘La Zona’ de toda la región, y el miedo de sus habitantes ante la especie de ruleta rusa a la que viven sometidos.
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