Por cuarto día consecutivo el papa Francisco suspende un actividad en el Vaticano a causa de su enfermedad. Los feligreses se preocupan por el estado de salud del sumo pontífice.
Entre toses, el papa Francisco dijo este domingo a los peregrinos reunidos para la tradicional bendición semanal que cancelaba su asistencia a un retiro espiritual de una semana a las afueras de Roma por un resfriado.
Es la primera vez en sus siete años de papado que se pierde los ejercicios espirituales. Esta actividad lo comenzó para conmemorar el inicio de la Cuaresma. Estos retiros son habituales entre los jesuitas, la orden a la que pertenece el pontífice, reseñó EP Mundo.
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Francisco hizo dos pausas para toser en las palabras que dirigió a los fieles. Al final pidió oraciones para el retiro espiritual, y añadió “por desgracia, un resfriado me impide participar este año. Seguiré la meditación desde aquí”.
El papa, de 83 años, perdió parte de un pulmón por una enfermedad respiratoria cuando era joven. Esta semana canceló varios compromisos oficiales mientras padece un resfriado. La oficina de prensa de la Santa Sede lo describió como una “enfermedad leve”, sin dar más detalles.
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