La Conferencia Episcopal Venezolana emitió un comunicado en el cual envían algunas recomendaciones a los fieles devotos, para evitar la propagación del COVID-19 en Venezuela.
La iglesia instó a los ciudadanos a rezar y conectarse con Dios, preferiblemente desde sus hogares. Asimismo exhortó a los creyentes a abstenerse de estar en contacto directo con las imágenes religiosas, mientras se mantenga la contingencia.
Sobre el sagrado derecho a la comunión, la CEV plantea a los ciudadanos tomar las hostias con las manos, mientras que a los párrocos se les sugiere suprimir los recipientes de agua bendita.
Los ministros de la comunión deben extremar las medidas de higiene, lavándose las manos antes y después de las ceremonias litúrgicas.
Los sacerdotes que estén padeciendo alguna afección gripal o respiratoria, no celebren la Eucaristía con fieles, mucho menos distribuyan la sagrada comunión o confesar.
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Se recomienda el uso de mascarillas entre los sacerdotes confesores cuando ejerzan este ministerio del perdón, o bien cuando lleven la comunión a los enfermos.
No debe entenderse esto como un desprecio a las personas, sino
como prevención de contagio mutuo entre el confesor y penitente.
La comunidad debe saber que aún no han sido suspendidas las eucaristías; las autoridades de la Iglesia católica estarán observando la evolución del COVID-19 en el país para tomar decisiones al respecto.
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