Un estudio en Brasil en el que se utilizó cloroquina para combatir el coronavirus ha sido suspendido después de que los pacientes a los que se les suministraron dosis altas presentan arritmias cardíacas y 11 muriesen.
Según el New York Times, en la investigación, liderada por 26 científicos, participaron 81 pacientes infectados por coronavirus y hospitalizados en Manaus, en el estado de Amazonas.
En los resultados preliminares publicados el sábado en el portal online MedRxiv, dedicado a artículos científicos, se deduce que tanto la cloroquina y el hidroxicloroquina, usados para curar la malaria, pueden ocasionar un daño significativo en algunos pacientes, en especial un riesgo de sufrir una arritmia cardíaca mortal.
La mitad de los participantes en el ensayo recibieron dos veces al día durante cinco días una dosis de 450 miligramos de cloroquina, mientras que al resto se les recetó una dosis más alta de 600 miligramos durante 10 días.
Además, a todos los pacientes se les suministró azitromicina, que eleva el riesgo de arritmias cardíacas. Según el diario, este medicamento mezclado con hidroxicloroquina es usado en algunos hospitales de EE.UU. para luchar contra el virus.
Tres días después del comienzo del tratamiento, los investigadores comenzaron a notar arritmias cardíacas en los pacientes que tomaron dosis más altas. Al sexto día, 11 pacientes habían muerto, lo que llevó a finalizar la parte de las pruebas en las que se suministraban las dosis altas.
Los investigadores dijeron que el estudio no tenía suficientes pacientes que recibieron la porción de dosis más baja del ensayo para concluir si la cloroquina es efectiva en pacientes con enfermedades graves.
«Se necesitan con urgencia más estudios que evalúen el medicamento en la etapa temprana la enfermedad», advirtieron los investigadores.
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Polémicos medicamentos
Tanto la cloroquina como la hidroxicloroquina han sido promovidas por el presidente de EE.UU., Donald Trump, y su homólogo brasileño Jair Bolsonaro.
En Brasil, el uso de cloroquina se ha convertido en una de las principales diferencias entre el presidente Bolsonaro y el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, quien pide precaución en el uso del fármaco, ya que no hay una prueba científica que demuestre su efectividad.
La semana pasada, Bolsonaro anunció el envío desde India de insumos para la producción de hidroxicloroquina. «Esa decisión podrá entrar a la historia por haber salvado miles de vidas en Brasil», afirmó.
Según las últimas cifras del Ministerio de Salud, en Brasil hay hasta el momento 23.430 infectados y 1.328 fallecidos por covid-19. Los expertos calculan que el pico de contagios de registrará a finales de este mes.
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