El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva comparó este jueves al mandatario de ese país Jair Bolsonaro con el capitán del Titanic por minimizar la gravedad de la pandemia del coronavirus, que ya deja en Brasil 1.736 muertos y cerca de 30.000 contagios.
«Bolsonaro parece el capitán del Titanic. El navío estaba hundiéndose y él continuaba fingiendo que no estaba pasando nada», afirmó el ex jefe de Estado (2003-2010) en sus redes sociales.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) señaló que Brasil «está a la deriva» en la crisis del coronavirus y es un «barco sin rumbo» con Bolsonaro en el poder.
El presidente, un capitán de la reserva del Ejército, ha minimizado constantemente el peligro del COVID-19, a la que ha calificado de «gripecita», y sus posibles efectos sobre la población brasileña.
«El brasileño tiene que ser estudiado, no se contagia con nada. Se tira a una alcantarilla, sale, bucea y no le pasa nada», ironizó días atrás ante los periodistas.
Bolsonaro también ha criticado duramente las medidas de aislamiento o cuarentenas impuestas en la mayoría de los 27 estados brasileños para contener la pandemia, defendido la vuelta al trabajo y pedido la reapertura de los comercios porque el desempleo «también provoca muertes».
También desafió las recomendaciones de las autoridades sanitarias nacionales e internacionales con paseos esporádicos por Brasilia en los que fue visto fotografiándose con sus simpatizantes o apretando sus manos.
Por el contrario, Lula defendió este jueves en una entrevista con Radio Metrópole «quedarse en casa» porque, a su juicio, es la mejor opción para que las personas «no se contagien ni contagien a otros».
No obstante, subrayó que el Estado tiene que «garantizar» a la población «el mínimo necesario» para subsistir mientras permanece en cuarentena, así como a los empresarios los recursos para mantener los empleos.
«Precisamos evitar que crezca el número de personas contaminadas porque nuestra red pública de salud no está preparada para enfrentar esa pandemia», al igual que la de otros países, expresó.
También destacó la importancia de una buena sintonía entre el presidente, los gobernadores regionales y los alcaldes, lo que actualmente no ocurre por la insistencia de Bolsonaro en acabar con las medidas de restricción de la movilidad.
Lula, de 74 años, afirmó que se encuentra «bien» de salud y «totalmente aislado» desde que cerró en Alemania una gira por Europa hace casi un mes.
El expresidente ha sido condenado dos veces por corrupción y blanqueo de capitales en causas relacionadas con los desvíos ocurridos en la estatal Petrobras, aunque actualmente responde en libertad tras pasar 1 año y 7 meses en la cárcel.
La primera condena, de 8 años y 10 meses de cárcel, de la que ya cumplió 19 meses, ha sido ratificada en tercera instancia y aún falta el análisis del Supremo para que sea firme.
La segunda fue ratificada en noviembre pasado por un tribunal de segunda instancia que aumentó la pena a 17 años y 1 mes de prisión.
Además, responde a varios procesos por casos similares vinculados también con la operación anticorrupción Lava Jato.
EFE
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