El británico Rob Ferguson, de 51 años, debía realizar este mes un ascenso al monte Everest, tras haber recibido una invitación en 2018 para viajar a Nepal y participar del TENZING Everest Challenge, pero la pandemia de coronavirus impidió la travesía. Por eso, decidió hacerlo en su edificio de Chorleywood (Reino Unido), donde cumple con la cuarentena, así reseñó RT
En total, recorrió descalzo 6.506 peldaños de escaleras, subiendo y bajando, para completar 17.600 metros, lo que significaría un ascenso y descenso hasta la cima del Everest, cuyo pico es de 8.848 metros. La intención de Ferguson, quien trabaja a tiempo parcial como fisioterapeuta del Servicio Nacional de Salud (NHS, por su sigla en inglés), también fue recaudar fondos para la Royal Medical Benevolent Fund, que brinda asistencia a médicos y a sus familias. Hasta el momento, ya consiguió poco más de 2.900 libras esterlinas (unos 3.650 dólares).
La travesía comenzó a las 7.15 a.m. del jueves 9 de abril y finalizó a las 7.45 a.m. del día siguiente. Para completarla, Ferguson realizó paradas de diez minutos cada 50 escalones para tomar una bebida y cada 100 para un refrigerio energizante.
«Hay varios estados emocionales por los que pasas, pero se trata de un paso a la vez», afirmó a Euronews. Entre ellos hay momento de euforias, otros de mayor tranquilidad y de introversión y «por supuesto, etapas oscuras» en las que quiso abandonar. Una de ellas la atravesó cuando le faltaban tres horas para finalizar y unos mil escalones. Estuvo a punto de rendirse porque parecía quedarle una «cantidad insuperable». Fue entonces que se permitió sentarse por un momento antes de continuar y llegar hasta el final.
«Lo que ayuda es el apoyo, a veces cuando estoy en una subida, simplemente recibir un texto de alguien es lo que me hace superarlo, o incluso simplemente saber que hay gente pensando en mí», comentó Ferguson, quien está habituado a realizar desafíos de resistencia. En el mismo sentido, aseguró que «ningún logro se obtiene de forma aislada». «Habría sido 20 veces más difícil de terminar si no hubiera tenido ese apoyo», insistió.
Además, comparó el respaldo que tuvo durante su ‘escalada al Everest’ con el que necesitan los trabajadores de la primera línea durante la pandemia. «Yo tuve la opción de parar, pero los trabajadores del NHS no tienen ese lujo, ellos saben que el trabajo tiene que ser hecho», concluyó.
El ‘encuentro’ en la cima
Finalmente, al llegar a la cima de su montaña de escalones, lo esperaba vía Zoom Jamling Tenzing Torgay, hijo del primer sherpa en llegar a la cima del Everest, en 1953.
Junto con Ferguson iniciaron la escalada otros dos miembros de su equipo. Fueron Jenny Wordsworth, quien debió abandonar por lesiones a una altura equivalente al Campo 3 del Everest, a 6.500 metros de altura; y Lucy Aspden, quien habría llegado al Campo Base, ubicado a unos 5.300 metros.
Con información de RT
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