Ya los delincuentes no roban porque aspiran tener un celular inteligente, unos zapatos de marca o grandes sumas de dinero, la violencia en Venezuela se transformó en cuarentena y ahora los delitos famélicos o por hambre engrosan la lista de los casos de inseguridad», así lo explicó Carlos Meléndez, coordinador regional del Observatorio de la Violencia.
Ana Uzcátegui | La Prensa de Lara
El sociólogo explica que hace dos semanas varias ciudades del país registraron saqueos a comercios. «La gente la justifica por la subida de los precios de alimentos, pero no deja de ser un delito, pero la escasez de comida y lo precario de los servicios hace que en algunas zonas se registren cada vez más robos de casas por alimentos, hurtan bombonas de gas, gasolina o hasta el agua de los tanques, este último caso se ha dado en comunidades como La Carucieña», expresó.
Meléndez también sostiene que en el contexto de estado de alarma, ha aumentado la violencia policial. «Fuerzas policiales mantienen un control social. En cuarentena la mayoría de muertes violentas se han dado por resistencia a la autoridad tras operativos fundamentalmente de las FAES», mencionó.
El enfrentamiento entre bandas armadas que se registró en Petare, Miranda, refleja que en el país también ha aumentado la violencia por control de territorios. «Se ha dado en la capital, en las denominadas Zonas de Paz donde el hampa ejerce control social», dijo.