La economía de América vive una de sus momentos más difíciles con incremento de desempleo, cierre de empresas y parálisis productiva. Este martes, hubo una nueva víctima: la aerolínea Latam, la mayor de Latinoamérica, que se declaró en bancarrota en su país de origen, Chile, como en Perú Colombia, Ecuador y Estados Unidos, por el «impacto sin precedentes» del COVID-19.
EFE
Este dato no impidió que la Bolsa de Nueva York -por primera vez abierta físicamente desde el 19 de marzo- cerrara en verde y que los parqués de la región presentaran resultados mixtos.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las muertes por COVID-19 en todo el mundo ascendieron a 344.454 y el número global de casos a 5,37 millones, con un 80 % de las infecciones concentradas en Europa y América, la región más afectada.
En el continente americano la curva sigue en ascenso entre los dos países que registran más contagiados en el mundo, EE.UU. con 1,6 millones de contagios y 348.610 fallecidos y Brasil con 391.222 casos y 24.512 decesos, en medio de forzadas reaperturas que, en ciertos casos, han mostrado total desorden y descontrol.
Frente a estos datos, la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, afirmó que «nuestra región se ha convertido en el epicentro del COVID-19», e indicó que «no es tiempo para distracciones» y es importante continuar con las medidas de salud pública, incluido el distanciamiento social».
EL PEOR MOMENTO PARA LOS NEGOCIOS
Según el estudio divulgado este martes por el centro brasileño de estudios económicos Fundación Getulio Vargas, el ambiente para los negocios en América Latina cayó desde 14,1 puntos negativos en enero hasta 60,4 puntos negativos en abril, su peor nivel histórico, como efecto de la pandemia.
Y es que la economía pos-COVID-19 preocupa tanto como el control de la enfermedad en la región.
Por lo tanto, la ONU, Canadá y Jamaica convocaron este martes para el 28 de mayo una reunión virtual de alto nivel con jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo para buscar y coordinar «soluciones globales» a la crisis económica mundial causada por COVID-19.
LATAM, UNA NUEVA VÍCTIMA DEL CORONAVIRUS
En este marco, la aerolínea Latam, la mayor de Latinoamérica, declaró su bancarrota, tal como ya lo había hecho Avianca -compañía de bandera colombiana-, lo que en la práctica equivale a declarar el concurso de acreedores por el «impacto sin precedentes» del COVID-19.
La aerolínea explicó que se acogió a la ley 11 de bancarrota en EE.UU., una semana después de haberse desvinculado de 1.400 de sus trabajadores como resultado de las consecuencias económicas de la pandemia.
Situación que puso al Gobierno de Sebastián Piñera en el dilema de apoyar directamente a una de las compañías más emblemáticas del país austral, que en las últimas 24 horas contabilizó un total de contagios de 77.961 y de 806 muertes.
Al respecto, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) indicó que la crisis causada por la pandemia, que dejó en tierra durante meses a un 90 % de la flota aérea mundial, aumentará un 20 % las deudas de las aerolíneas hasta totalizar 550.000 millones de dólares a finales de año.
VENEZUELA PUEDE EXPLOTAR
La ONG Humans Right Watch (HRW) y los Centros de Salud Pública y Derechos Humanos de la Universidad Johns Hopkins presentaron un informe en el que reclaman a la comunidad internacional ayuda humanitaria urgente para que Venezuela pueda hacer frente a la pandemia del COVID-19.
En el país suramericano se han registrado oficialmente 1.121 contagios y 10 muertos por el nuevo coronavirus, pero según la ONG la cifra real debe ser mucho mayor debido a la escasa disponibilidad de pruebas fiables, la falta de transparencia de la administración e incluso «la persecución contra profesionales de la salud y periodistas que cuestionan la versión oficial».
«Estamos ante una situación gravísima. La falta de agua en hospitales ya era un enorme problema para el colapsado sistema de salud venezolano antes de la pandemia. Ahora, los médicos no tienen agua para lavarse las manos, que es una de las medidas básicas para prevenir el contagio», explicó en una videconferencia José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.
EE.UU. SIGUE DE REAPERTURA
En EE.UU., el presidente Donald Trump anunció, a través de su portavoz, Kayleigh McEnany, que prevé celebrar en la Casa Blanca «hacia finales de junio» la cumbre presencial del G7 como gran «ejemplo» de la reapertura tras la crisis del coronavirus.
«A medida que EE.UU. reabre, que tratamos de acercamos a una cierta normalidad (…) El presidente cree que no habría mejor ejemplo que celebrar el G7 aquí», dijo McEnany sobre el gradual levantamiento de las medidas de restricción de movilidad en la mayoría de los estados del país.
Y es que la Bolsa de Nueva York retomó su actividad con la presencia de solo una cuarta parte de trabajadores y operadores en una apertura marcada por la nueva realidad del coronavirus y en la que el gobernador del estado, Andrew Cuomo, dio la campanada de inicio de operaciones ataviado con una mascarilla y bajo el lema «juntos somos más fuertes».
A PESAR DE TODO, LA FIESTA QUIERE SEGUIR…
Con crisis en Brasil, donde la situación en las cárceles disparó nuevamente las alarmas por el avance entre los reos del coronavirus, y con el producto interno bruto (PIB) de México que se contrajo un 1,4 % en el primer trimestre de 2020, los casos de indisciplina social se repiten en distintas partes del continente.
En Argentina, donde se ha dado una marcha atrás en la apertura y donde se ha extendido la cuarentena hasta el 7 de junio, los novios, un rabino y familiares de una pareja fueron detenidos por celebrar una boda pese a que está prohibido.
El Ministerio Público Fiscal recibió denuncias de vecinos y dispuso el despliegue de la Policía de la Ciudad, que no pudo evitar que se celebrara la boda el domingo por la tarde pero impidió el ingreso de más personas a la fiesta.
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