Habitantes de El Tocuyo, capital del municipio Morán del estado Lara, mostraron en fotografías los caracoles que salen del agua por tubería que les llega de forma intermitente. Además denuncian que tiene un olor putrefacto.
Residentes de El Tocuyo, de los sectores El cementerio, La Planta, La Manga, El Bosque, Caja de Agua y La Lagunita, mostraron a través de varias fotografías, los caracoles y la suciedad que sale del agua por tubería que llega en ocasiones a sus hogares, porque durante el año 2020 las fallas en la distribución se han acentuado.
Maria Colmenares, de 80 años, cuenta que hasta sus matas se han secado porque no las volvió a regar, además, declaró a El Pitazo que cuando llega agua, de forma esporádica, se siente un olor putrefacto.
“El agua no se se sabe cuando viene, pero cuando llega apenas es un hilito, más o menos cada dos semanas”, dice Colmenares, del sector La Manga.
Su hija y nieta deben cargar agua desde la casa de una vecina, quien pudo comprar una bomba, pero las dificultades por no contar con una distribución continua les causa preocupación, porque ni siquiera pueden mantener un aseo profundo en sus hogares, sobre todo en esta época de pandemia por COVID-19.
Maria Colmenares, de 80 años, cuenta que hasta sus matas se han secado porque no las volvió a regar, además, declaró a El Pitazo que cuando llega agua, de forma esporádica, se siente un olor putrefacto.
“El agua no se se sabe cuando viene, pero cuando llega apenas es un hilito, más o menos cada dos semanas”, dice Colmenares, del sector La Manga.
Su hija y nieta deben cargar agua desde la casa de una vecina, quien pudo comprar una bomba, pero las dificultades por no contar con una distribución continua les causa preocupación, porque ni siquiera pueden mantener un aseo profundo en sus hogares, sobre todo en esta época de pandemia por COVID-19.
Edcari Yépez, ama de casa, declaró que se sorprendió cuando al llenar los tobos de agua, observó en el fondo a los caracoles. Vecinos le habían comentado sobre esta anormalidad, pero hasta que no lo vio con sus propios ojos, no lo podía creer.
“Mucha gente les pone un trapito en el grifo para frenar la suciedad”, agregó Yépez.
En El Bosque los vecinos mencionaron que deben colar el agua antes de tomarla y en vista de que no tienen gas doméstico no pueden hervirla, ni tampoco tienen dinero para comprar el cloro requerido para el líquido sea apto para consumo humano.
Desde la alcaldía han recibido camiones cisternas, sin embargo, como las calles son pequeñas, el vehículo no llega a todas las calles de la barriada, donde mencionaron que la bolsa Clap les llega cada tres meses, con harina, arvejas, arroz y pasta.
“Aquí estamos es pasando hambre, cargando tobos y cocinando en leña”, dijo a El Pitazo una vecina que no quiso ser identificada.
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