Entre los meses de marzo y mayo de este año dos personas murieron en el estado Zulia, debido a las mordeduras de serpientes. La falta de combustible y de producción del suero para contrarrestar los efectos del veneno inyectado por los animales incidieron en los decesos.
La información la confirmó a El Pitazo este lunes 1° de junio, Luis Contreras, quien es bombero marino adscrito al Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos (Inea) y encargado de monitorear y dar respuesta a los casos en el Occidente venezolano de personas que son atacadas por animales con ponzoñas y esporas que resultan letales para los seres humanos.
Contreras especificó que las dos defunciones se registraron en la Sierra de Perijá y en el poblado de El Venado, en la Costa Oriental del Lago. Dijo que el segundo paciente falleció luego de ser trasladado desde el estado Lara hasta la región zuliana.
Al menos 45 casos de mordeduras de animales venenosos se han reportado en el estado Zulia durante la cuarentena social para prevenir el coronavirus. El bombero agregó que entre el Occidente del país y la región los Andes van cerca de 70 casos registrados. A una paciente de 14 años de edad le fue amputada una pierna en el estado Trujillo, tras ser mordida por una tigra mariposa.
Contreras señaló que los familiares de ambas víctimas son de escasos recursos económicos y tuvieron dificultades para trasladarlos a tiempo a recintos asistenciales ante la escasez de combustible. «Tardaron en sacarlos hacia centros de salud y se complicaron». Añadió que en Zulia no hay suero antiofídico y que la situación se agrava porque se ha dejado de producir en el mundo.
En el caso de Venezuela, explicó Contreras, producir el antídoto se ha hecho difícil, porque los químicos son importados en dólares, además se requieren equipos, el mantenimiento de caballos, además de equipo humano, ratas de laboratorio y una cantidad de insumos. Sumó a este escenario la falta de gasolina y la disminución de la distribución, que es competencia del Programa Ampliado de Inmunizaciones del Ministerio de Salud.
El también reconocido embajador de buena voluntad por parte de la Unesco alertó que las lluvias proliferan la presencia de culebras, arañas y otros animales que atacan a quienes recorren las zonas rurales y son más vulnerables a picaduras con ponzoñas de tipo venenosas.
Caso en el Sur del Lago
En Caja Seca, municipio Sucre del estado Zulia, se registró el caso más reciente de un ataque de serpiente. Yustin Andrés Durán Sarcos, de 17 años, caminaba hacia su vivienda el lunes 25 de mayo, cuando fue mordido por una culebra guayacán, cuyo nombre científico es Bothops colombianensi.
El paciente, que ahora vive para contarlo, fue traslado por Bomberos de Caja Seca, desde el sector Santa Cruz, en la parroquia Rómulo Gallegos, en Sucre, estado Zulia, hasta el Hospital Hugo Chávez, en el municipio Alberto Adriani del estado Mérida. Familiares contaron a funcionarios del Inea que ante la falta de suero antiofídico debió ser trasladado el 26 de mayo hasta el Instituto Autónomo Hospital Universitario Los Andes (Iahula) en Mérida, donde le proporcionaron el antídoto, que también escasea en la capital emeritense.
Yustin presentó coagulación sanguínea, edema, sudoración y daño en músculos y tejidos del pie derecho. Si no le administraban a tiempo la dosis del suero estaba propenso a adquirir una gangrena e insuficiencia renal. El paciente mostró signos de recuperación desde la tarde del domingo 31 de mayo. La familia debió pedir ayuda a empresas privadas y al personal del hospital para encontrar a tiempo el antídoto que escasea en todo el país.
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