Equipos de rescate en Japón intensificaban el lunes las operaciones de búsqueda de sobrevivientes tras las inundaciones y deslizamientos de tierra en el suroeste del país, que han dejado decenas de muertos según un balance provisional.
Por el momento, se teme que haya unos 50 fallecidos, pero esta cifra podría aumentar, según las autoridades, con las torrenciales lluvias que devastan desde el sábado la región de Kumamoto de la isla de Kyushu, haciendo desbordar ríos que inundaron zonas bajas.
En total, 19 personas perecieron y otras 18 están en “parada cardiorrespiratoria”, un término generalmente utilizado en Japón para anunciar el fallecimiento de una persona cuya muerte todavía no ha sido confirmada oficialmente por un médico, declaró el lunes el portavoz del gobierno Yoshihide Suga.
Trece personas seguían desaparecidas, y unas 800 habían sido rescatadas, añadió.
“Debido a las fuertes lluvias, tuvimos que cancelar algunos vuelos de helicóptero en la zona siniestrada”, dijo a la AFP Tsubasa Miyamoto, funcionario de la región de Kumamoto.
Aunque las lluvias han disminuido en intensidad, las inundaciones destruyeron caminos y derribaron puentes, y muchas comunidades han quedado aisladas del mundo.
Un bombero local de la zona de Kagoshima, en el oeste, explicó a la AFP que habían enviado barcos para salvar a 11 personas, pero el mal tiempo hacía difícil rescatar a otras personas varadas.
“Arroz, agua, SOS”
“La gente nos llama para decirnos que quieren abandonar sus casas pero no pueden hacerlo por sus propios medios”, dijo.
“Algunas carreteras están anegadas y no se puede circular en ellas”, agregó.
En una de las áreas más afectadas, los residentes escribieron las palabras “arroz, agua, SOS” en el suelo, mientras que otros agitaban toallas para pedir ayuda, según las imágenes de helicópteros del agencia de noticias Kyodo.
En una casa de retiro se presume que 14 personas se ahogaron debido a la inundación de la planta baja por un río desbordado, lo que impidió que los residentes en sillas de ruedas se refugiaran en los pisos superiores.
Los servicios de emergencia y los residentes locales lograron rescatar a unos 50 residentes y empleados de ese centro para ancianos con ayuda de un bote salvavidas.
Se prevé que lluvias torrenciales continúen golpeando la región, donde se esperan hasta 250 mm de precipitaciones hasta el martes por la mañana.
“Es un caos”, dijo Hirotoshi Nishi, un vecino del sur de la isla Kyushu, a la televisión pública NHK. “Muchos trozos de madera cayeron en mi casa. No sé qué hacer”.
Hirokazu Kosaki, un conductor de autobuses de 75 años de la ciudad de Ashikita, dijo a la agencia Jiji: “Sólo había agua por todas partes, hasta dónde se perdía la vista”.
La agencia meteorológica japonesa ha pedido a cientos de miles de residentes de Kumamoto y la vecina región de Kagoshima que desalojen sus hogares.
Las operaciones de rescate se vieron obstaculizadas por el temor a la propagación del coronavirus.
Así, se instalaron particiones en los centros de evacuación para mantener el distanciamiento social, y se pidió a los refugiados que se lavaran las manos con frecuencia y usaran máscaras.
Unos 4.640 hogares en la región de Kumamoto seguían sin electricidad el lunes por la mañana, según Kyushu Electric Power, la empresa local de energía.
AFP
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