El coronavirus ha provocado nuevos brotes en casi toda España, algunos tan numerosos como los de Huesca (369 casos), Lleida (unos 800 en varios focos), Lugo (165) y Málaga (109). Menos La Rioja y Asturias, el resto de comunidades han detectado uno o varios nuevos focos de contagio en las últimas semanas. Asturias registró uno de los primeros, en una residencia de mayores de Gijón, a finales de mayo.
Por EL PAÍS
Ya no está activo y la comunidad no ha vuelto a comunicar un brote. Desde que empezó la desescalada, el 11 de mayo pasado, las comunidades han informado de al menos 95 nuevos focos de contagio, 36 de los cuales tienen su origen en una reunión familiar: una boda en Tudela, una celebración de San Juan en un barrio de Castellón, una comida de amigos en Alcanar (Tarragona)… La mayoría siguen activos.
EL PAÍS recoge la información pública disponible sobre estos brotes y su situación actual a partir de la consulta de las páginas web de las consejerías de Sanidad, los datos recogidos por la prensa regional y fuentes oficiales como los gabinetes de prensa de los Gobiernos autonómicos. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró en una entrevista en Catalunya Radio este miércoles que se han registrado 118 nuevos focos de contagio desde la desescalada.
Sanidad no detalla dónde están los brotes activos ni cuántos casos positivos tiene cada uno. La transparencia sobre la situación del virus está en manos de cada autonomía: muy pocas están publicando estos datos y prácticamente ninguna lo hace de forma sistemática y constante. De ahí que no haya sido posible recuperar los 118 brotes que mencionó el ministro.
El Ministerio de Sanidad ha definido un brote como “cualquier agrupación de tres o más casos confirmados o probables con infección activa en los que se ha establecido un vínculo epidemiológico”. Un brote deja de estar activo cuando pasan 14 días desde el último positivo. Del mismo modo que algunas comunidades se resisten a emplear la palabra brote y hablan de cluster o agrupación de casos, también aseguran que sus brotes están “controlados”, que no necesariamente es lo mismo que inactivos.
Muchos contagios se producen en el marco de la familia, pero es complicado saber dónde se contagia la primera persona que lleva el virus a sus familiares, explica Jesús Molina Cabrillana, miembro de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph). “Casi nunca sabemos el origen del caso índice”, reconoce. Lo que sí saben es que los contagios no se producen solo en la familia. Hay muchos en el trabajo o fuera de casa, en reuniones con amigos, por ejemplo. Muchos brotes se denominan familiares porque la transmisión se produce en el hogar, pero puede haberse iniciado en cualquier sitio. El epidemiólogo pone algunos ejemplos: “Oficinas, espacios cerrados, muchas horas juntos, se comparte material de oficina, se relajan las medidas…”
Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) asegura que muchos brotes familiares proceden de los laborales. Un ejemplo es el de Rafelbunyol (Valencia). A partir de una transmisión familiar, los epidemiólogos tiraron del hilo y trazaron el laboral. Lo importante, dice Hernández, es saber de dónde surgen. Tanto los brotes como cada caso que se detecta. Pero eso, asegura, requiere una cantidad ingente de profesionales que España ahora mismo no tiene. “No hay capacidad para hacer análisis exhaustivos”, asegura. El trabajo de rastreo suele limitarse a los contactos de una persona contagiada, pero profundizar en los datos de la encuesta epidemiológica (que incluye todos los lugares donde estuvo esa persona una semana o 10 días antes de empezar a notar síntomas, por ejemplo), es más complicado.
Los expertos en Salud Pública están trabajando sobre el terreno, pero Hernández asegura que “hay falta de profesionales en la retaguardia analizando datos”. Pone el ejemplo de un brote detectado recientemente en Menorca. Se trata de una familia de Murcia que llevaba una semana en la isla. “Ese brote obviamente tiene que enlazar con algo allí”, dice, y requeriría un “análisis fino”. El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias (CCAES) centraliza los datos de todos los brotes que se producen, pero, que se sepa, no hace este análisis. El Instituto de Salud Carlos III solía hacer unos informes basados en los casos notificados a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (y de las encuestas que se rellenan para cada paciente) y ofrecía características demográficas, clínicas y epidemiológicas de miles de casos, pero ha dejado de publicarlos. El último es del 29 de mayo.
Brotes por comunidades
La situación más grave se registra en Cataluña, con 22 brotes y varios centenares de positivos. La Generalitat decidió el pasado 4 de julio confinar a los vecinos del Segrià (Lleida), la tercera comarca más extensa de Cataluña, que agrupa a 38 municipios, uno de ellos la capital, Lleida. La medida no ha evitado que esta semana se registrara un primer fallecido relacionado con un brote y haya 80 personas hospitalizadas. En esta provincia hay 15 de estos nuevos focos de contagio, 12 de ellos relacionados con empresas hortofrutícolas.
En la misma provincia permanece activo el foco de Guissona, uno de los primeros en detectarse tras el paso a la fase 2 a comienzos de junio: el municipio suma un centenar de casos, la mayoría relacionados con una empresa agroalimentaria local. En la misma comunidad, esta semana un grupo de 12 niños ha sido aislado tras un positivo en un campamento de verano de Cassà de la Selva, en Girona. Aún se desconoce si se trata de un brote. También se han registrado brotes en la provincia de Tarragona, como los infectados en un claustro de profesores en un instituto de Terres de l’Ebre.
En Andalucía hay 19 brotes, 10 de ellos en Granada. Pero la mitad de los casos positivos (109) se deben a un único brote, el registrado en un centro de acogida de Cruz Roja en Málaga. La Junta, una de los pocos Gobiernos regionales que informa en un boletín diario del estado de los nuevos brotes de covid-19, asegura tener esta zona bajo control tras realizar el estudio de contactos de los primeros infectados. Uno de los que están cerca de llegar a las dos semanas sin casos es el de Lepe, en Huelva, donde a finales de junio un marinero local que volvía de un viaje al extranjero dio positivo por covid-19.
La atención de las autoridades se ha movido hacia Granada, donde este 7 de julio se detectó un brote en Belicena (a 10 kilómetros de la capital de la provincia) con origen en un funeral celebrado cinco días antes al que acudieron vecinos de otros municipios. Su repercusión ha llegado hasta Málaga, donde una familia que asistió al velatorio ha sido aislada.
En Navarra, dos brotes detectados a mediados de junio se consideran ya controlados, mientras este jueves la Consejería de Salud local informaba de dos nuevos. Uno en Tudela, que ha tenido su origen en una boda, acumula 23 contagios. Otro en Pamplona está circunscrito a cinco casos y está relacionado con contactos intrafamiliares en un barrio de la ciudad.
En el País Vasco, donde este domingo se celebrarán las elecciones autonómicas, se detectaron a principios de junio dos grandes brotes en ámbito hospitalario, en los centros de Txagorritxu (Vitoria) y Basurto (Bilbao), este último con 52 positivos. El Ejecutivo vasco los da por controlados pero esta semana se ha abierto un nuevo foco en Ordizia (Gipuzkoa) que suma ya 69 contagios. Este brote se originó tras una visita a la localidad de una persona que viajó desde Lleida y acudió a varios bares de la ciudad junto con otros familiares.
En el ámbito sanitario destaca también uno de los brotes de Castilla y León, en el hospital Río Hortega de Valladolid, donde se detectaron 38 positivos a partir de mediados de junio. El brote sigue activo aunque no hay nuevos positivos desde hace más de una semana, informó un portavoz del Gobierno regional. Esta semana se ha detectado otro foco, en Soria, donde tres menores han dado positivo. Sí se consideran ya cerrados, tras 14 días sin contagios nuevos, dos brotes conocidos a mediados de junio en residencias de mayores en Valladolid.
Canarias, una de las primeras comunidades en salir del confinamiento durante el estado de alarma, también ha detectado focos. Suma 32 positivos, todos relacionados con la llegada de migrantes a las costas de sus islas. El portavoz de Sanidad canario ha evitado referirse a estos casos como brotes, subrayando que los positivos han sido atendidos y aislados según los protocolos sanitarios. Dos de ellos, detectados en Fuerteventura a mediados de junio, siguen considerándose activos porque los pacientes todavía dan positivo en la prueba PCR debido a su alta carga viral, informó una portavoz.
En Castilla-La Mancha se han detectado cinco brotes. Uno de los primeros registrados en España tras el confinamiento, el de Cuenca, del que se informó a finales de mayo, ya no está activo. Este jueves se ha conocido otro en Socuéllamos (Ciudad Real), con cuatro afectados que trabajan en planes de empleo en el Ayuntamiento. Siguen abiertos dos brotes en un edificio de Albacete capital, que se mantiene confinado. Primero se detectó un brote con cinco casos de una misma familia y días después, al hacer las pruebas a todos los vecinos del edificio, apareció en el piso de arriba otro brote familiar con cuatro afectados. No están relacionados, según la investigación epidemiológica que está llevando a cabo Salud Pública, informó un portavoz.
Baleares ha tenido una decena de brotes, la mayoría familiares. Uno en Ibiza, otro en Menorca y el resto en la isla de Mallorca.
Baleares obligará a usar mascarilla en todos los lugares públicos excepto las playas
Madrid ha sido la última de las comunidades con mucha población –y muchos casos nuevos diagnosticados cada día– en comunicar un brote en su territorio. Lo hizo el viernes 3 de julio al informar de cuatro casos en una empresa de la capital. Este viernes ha comunicado otros dos brotes en la capital, uno familiar y otro laboral, con 7 y 11 positivos, respectivamente.
En Cantabria solo se ha conocido un brote, el registrado en Santander. Se contagiaron 16 personas y tuvo origen familiar. Un edificio de la ciudad de la calle Nicolás Salmerón estuvo en cuarentena durante 10 días. Ya se considera inactivo.
El brote con más afectados de Murcia (46) tuvo origen importado tras un vuelo procedente de Bolivia. Una decena de los afectados trabajan en una empresa hortofrutícola de la región. En esta comunidad se han detectado otros dos brotes familiares en la capital y en Cartagena.
El mayor de los brotes registrados en Extremadura se detectó en Navalmoral de la Mata (Cáceres) después de que diera positivo un inmigrante llegado en patera y reubicado desde Almería. En la localidad se han producido 24 contagios. Además se han notificado tres brotes en Badajoz, los tres de origen familiar. Uno de ellos tras una fiesta celebrada el 26 de junio. El Gobierno regional tiene previsto hacer este fin de semana un control epidemiológico “estricto” de la zona de salud de Villanueva del Fresno, próxima a la localidad portuguesa de Reguengos de Monsaraz, donde hay un rebrote con 165 casos y 14 fallecidos. El consejero de Sanidad ha asegurado este viernes que si se detectan muchos positivos la zona podría quedar confinada.
Cuatro comarcas de Aragón tuvieron que retroceder a la fase 2 de la desescalada después de que se detectaran varios contagios relacionados con los temporeros que hacen la recogida de la fruta en áreas de Huesca y Zaragoza limítrofes con Lleida. Los casos suman 369 (hasta el jueves superaban los 400, pero Salud Pública ha revisado los datos y este viernes ha rebajado el total). Aragón ofrece el recuento en conjunto, aunque se trata de varios brotes distintos. El 9 de julio estaban activos siete nuevos focos laborales en la zona. La comunidad tiene otro brote activo en Alacón (Teruel), con origen en una persona que había viajado desde Lleida para visitar a su familia. Acumula 12 contagios. Hay al menos dos brotes más, uno en Sábada (Zaragoza), tras una cena de amigos, y otro en la capital de la comunidad, Zaragoza, relacionado con un centro de atención social. Aragón tiene también cuatro brotes recientes en residencias, de los que no se conocen más detalles.
Como el País Vasco, Galicia también celebra elecciones autonómicas el próximo domingo. Hasta este viernes mantiene confinados a los 70.000 habitantes de A Mariña, en la provincia de Lugo, donde se han registrado 165 casos confirmados de coronavirus. Anteriormente se detectó otro brote en Ribeira y A Pobra, dos localidades cercanas de A Coruña, donde hay al menos nueve positivos.
En la Comunidad Valenciana hay al menos siete brotes, el mayor de los cuales (35 casos) se ha registrado en Castellón, con origen en una celebración familiar durante la verbena de San Juan a la que asistió una familia de Lleida. Hay otro en una empresa cárnica de Rafelbunyol y varios más con pocos casos, tanto familiares como vinculados a centros de acogida. El último se ha conocido este viernes: afecta a siete miembros de una misma familia en Foios (Valencia).
Con información de Jessica Mouzo y Eva Saiz
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