El mayor general de la Guardia Nacional (GN), Luis Motta Domínguez fue un oficial de alta confianza del régimen de Maduro. Estuvo encargado de instituciones de diversa índole desde el Instituto Nacional de Tierras, pasando por la Empresa Socialista de Carreteras de Aragua hasta llegar al Ministerio de Energía Eléctrica.
El 2013 fue un año ocupado para Motta Domínguez puesto que estuvo en varias oficinas de manera simultánea. El 27 de septiembre fue designado jefe de la Región Estratégica de Desarrollo Integral (REDI) Central, el 4 de octubre ocupó la presidencia de la Corporación de Desarrollo de la Región Central, y el 29 de enero de 2014 comenzó como intendente de Protección de los Derechos Socioeconómicos, recordó El Pitazo.
En 2015 llegó al sector eléctrico. El 3 de agosto de ese año fue nombrado presidente de la Corporación Nacional Eléctrica (Corpoelec), y el 20 del mismo mes, surgió como reemplazo de Jesse Chacón en el ministerio de Energía Eléctrica, cargos que ocupó de forma paralela.
A tan solo ocho meses a cargo del sector eléctrico, Motta Domínguez reportó el bajo nivel de las aguas en el embalse del Gurí. Su plan de ataque consistió en dragar o limpiar la zona, para esperar que las precipitaciones subieran el nivel, además de una serie de racionamientos eléctricos programados.
A pesar que el ministro responsabilizó al fenómeno climatológico El Niño de los embates que sufría el sistema eléctrico nacional, las evidencias que solo en Venezuela se presentaban esos inconvenientes pesaron más.
En el Zulia los apagones se hicieron más frecuentes, mientras Maduro y Motta Domínguez culpaban a terceros de sabotear el sistema. Tan solo unos días después de tener un año a cargo, el 9 de septiembre un incendio en la línea Uribante-Corozo provocó un apagón que dejó a oscuras a siete estados: Táchira, Mérida, Trujillo, Cojedes, Barinas, Yaracuy y Portuguesa.
El hijo de Motta Domínguez, Luis Alfredo Motta Vargas, presentó problemas con la justicia en 2012. El primero de enero de ese año estuvo involucrado en un tiroteo en el que Luis Eduardo Martínez (30) fue herido de un disparo en el abdomen, en una discoteca de Las Mercedes. Por el caso, Motta Vargas fue acusado de homicidio intencional en grado de frustración, pero al poco tiempo fue liberado.
Meses más tarde, Motta Vargas fue detenido por funcionarios de la Policía de Chacao luego que un taxista le acusara de haberlo robado en complicidad con un amigo.
En 2020, el jueves 19 de marzo, durante la primera semana de la cuarentena social decretada por el Ejecutivo nacional el nombre del hijo del exministro de Energía Eléctrica ocupó los titulares de prensa por haber recibido tres impactos de bala durante una fiesta en una urbanización de El Hatillo que se extendió hasta horas del mediodía.
El 26 de junio de 2019, la justicia estadounidense presentó cargos de lavado de dinero y de conspiración para lavar dinero contra Luis Motta Domínguez. Además su nombre se incluyó en la lista de sancionados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac).
La acusación fue realizada por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Florida, luego que dos empresarios detenidos se declararan culpables de sobornar a empleados públicos del sector eléctrico venezolano, uno de ellos fue Motta Domínguez, quien junto con Eusebio Lugo Gómez participaron en un esquema de corrupción haciendo uso de bancos de Florida.
“Motta y Lugo otorgaron a tres compañías con sede en Florida más de $60 millones en contratos de adquisición con (la estatal eléctrica) Corpoelec a cambio de sobornos que les fueron pagados para su propio beneficio”, indicó la acusación de la fiscalía de Florida.
Por su parte, en esa fecha el Departamento del Tesoro de Estados Unidos expresó en referencia al caso que: “Los venezolanos han sufrido más de 23,860 interrupciones en el servicio eléctrico este año debido a la corrupción y mala administración del Nicolás Maduro y de las personas que le rodean. La corrupción (de Motta y Lugo) contribuyó directamente en el deterioro y colapso del sistema eléctrico de Venezuela”.
Motta Domínguez fue destituido por Nicolás Maduro en abril de 2019, luego de los apagones de marzo de 2019. La gestión de cuatro años como ministro de Energía Eléctrica y presidente de Corpoelec recibió a un sistema eléctrico con fallas hasta desembocar en un total colapso en la capacidad de generación y de transmisión de energía eléctrica del país.
Con información de El Pitazo
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