La batalla por TikTok, una app china que en solo unos años se ha puesto al nivel de Instagram o Twitter, es el último episodio de la “guerra fría” entre Estados Unidos y China que puede poner patas arriba a los dos grandes bandos que dan forma a internet, levantar muros digitales y afectar a uno de los pocos sectores con un futuro prometedor en un mundo en crisis.
EFE
En una reunión este martes con los empleados, la cúpula de TikTok, propiedad de la china ByteDance, dio por hecho que se tendrán que avenir a un acuerdo de venta forzada para seguir operando, algo que podría resolverse antes del 15 de septiembre, fecha límite dada por el presidente Donald Trump para su venta si no quieren exponerse a una prohibición total en Estados Unidos.
Según informó hoy el medio especializado The Information, el consejero delegado de TikTok, el exDisney Kevin Mayer, aseguró a los empleados en una teleconferencia que la empresa saldrá más fuerte de la adquisición, aunque apuntó que el desenlace de esa negociación aún está en el aire.
El de TikTok es solo el último episodio de un conflicto que se intensificó hace más de dos años en el plano comercial y que es ya una lucha abierta por la supremacía tecnológica en la que se están levantando muros digitales entre dos potencias que, incluso si claman victoria, habrán salido perdiendo.
Tanto expertos estadounidenses como chinos coinciden en que la nueva hornada de emprendedores digitales chinos no quieren entrar a jugar en la guerra comercial, ideológica y geopolítica entre Washington y Pekín, y prefieren dedicarse a dominar internet con aplicaciones que atraigan a adolescentes, ‘influencers’ y anunciantes a nivel global.
Trump ha reiterado durante toda esta semana la amenaza de cerrar TikTok por un motivo de seguridad nacional que se deriva del hecho de que su capital es chino y existen recelos sobre la protección de datos de estadounidenses y sobre si el Gobierno de Pekín puede influir en cómo la red social modela la percepción de la realidad de sus 100 millones de usuarios estadounidenses.
La decisión de la Administración Trump podría tener consecuencias a más largo plazo en la definición de internet, al recurrir a una práctica de “nacionalización” de inversiones extranjeras, común en el régimen chino pero que no tiene precedentes en el internet abierto y democrático estadounidense y que ha ignorado los repetidos intentos de Bytedance de mostrarse como una compañía tecnológica que se mira en el espejo de Silicon Valley.
Para prohibir a TikTok, una app donde la mayor parte del contenido es de adolescentes o famosos bailando, Trump deberá recurrir a una declaración de emergencia nacional y acudir a alguna de las leyes que permiten al poder Ejecutivo actuar en caso de casos flagrantes que pongan en peligro la seguridad nacional, algo inédito.
“Mientras que hay razones significativas para preocuparse por la seguridad, privacidad y las relaciones de TikTok con el Gobierno chino, deberíamos resistirnos a los poderes del Gobierno para prohibir un medio popular de comunicación y de expresión”, señaló a Efe una portavoz de la Electronic Frontier Foundation, que lucha por un internet abierto y transparente.
El fundador y consejero delegado de ByteDance, Zhang Yiming, en una carta interna a sus empleados aseguró que “siempre se han comprometido a proteger los datos de los usuarios y mantener la neutralidad y transparencia de TikTok”, al tiempo que especuló que el objetivo final es desbancar a TikTok, cuyo precio podría superar los 30.000 millones de dólares.
Zhang, convertido a sus 37 años en un de los hombres más ricos de China, considera que si Trump intenta prohibir TikTok, no tendrán capacidad de oponerse.
DESMONETIZAR LO ‘COOL’
Los “cool kids” de California no esperaban ser víctimas en la guerra fría entre Estados Unidos y China que ahora se libra en internet a cuenta del TikTok, una aplicación que para muchos adolescentes no es solo el foco de sus atenciones, sino también una mina en la que nutren su popularidad y cuentas corrientes.
Para Bryce Xavier, músico, actor e influencer de 18 años, el fin de TikTok sería el fin de sus días en una mansión en Los Ángeles que comparte con varios adolescentes más que se dedican a coreografiar bailes de unos segundos, hacerse ‘selfies’ y tumbarse al sol frente a la pantalla de sus móviles.
Trump, influencer de otro tipo, podría obligar a repensar el trabajo de decenas de celebridades que gracias a TikTok han acumulado decenas de millones de seguidores y firmado jugosos contratos.
Aplicaciones de vídeos sociales, similares a TikTok, han comenzado una agresiva campaña para captar usuarios y “creadores” ante la posibilidad de que la red social acabe desapareciendo o sin un rumbo claro.
Facebook, que Mark Zuckerberg, de 36 años, creó en 2007 hasta convertirla en la gran red social del planeta, anunció hoy el lanzamiento de Reel dentro de Instagram, un servicio que replica la receta del éxito de TikTok: foco en el consumo de contenido de celebridades, música y bailes como motivo central y promoción de “creadores”.
EL INTERNET CHINO SE MIRA EN SILICON VALLEY
El portavoz del Ministerio chino de Exteriores Wang Webin calificó el martes de “pura manipulación” la campaña de EE.UU. contra la aplicación de ByteDance y advirtió a la Administración Trump de que “no abra la caja de Pandora” o se prepare para “sufrir las consecuencias”.
Wang acusó a Estados Unidos de “utilizar su poder estatal para atacar violentamente a las compañías de otros países” y advirtió de que “cualquier país podrá adoptar medidas similares contra cualquier compañía estadounidense basándose en la seguridad nacional”.
Según el diario económico privado chino Caixin, la relación de ByteDance con el Gobierno de Pekín “no es buena” y TikTok ha sido más bien una fuente de preocupación para los censores del Partido Comunista, a quienes resulta complicado controlar ese tipo de redes sociales.
Zhang está hecho de otra pasta., este ingeniero electrónico que en solo ocho años ha construido un imperio de 100.000 millones de dólares, trabajó en Microsoft y no tiene el perfil oficialista de otros magnates tecnológicos, como el fundador de Huawei, Ren Zhengfei, de 75 años, exoficial del Ejército Popular de Liberación y miembro del Partido Comunista Chino (PCCh)
TikTok ha decidido empaparse de los valores tecnológicos de Silicon Valley en un momento en que en Washington se cuestiona a las “Big Tech” -Facebook, Google, Apple y Amazon- por su posición monopolista y dominante, y en Europa se les somete a nuevas normas para evitar el uso descontrolado de los datos personales de sus usuarios para ampliar sus beneficios.
A la par, TikTok ha sucumbido a su meteórico éxito, ya que gigantes chinos de internet como Alibaba o Tencent siguen alimentando sus ambiciones globales lejos del foco de atención, mientras sus rivales estadounidenses intentan, como dijo Zuckerberg la semana pasada ante el Congreso, que el poder político de Washington no permita la hegemonía de gigantes “que no comparten nuestros valores”.
EFE
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