Ya han pasado casi cuatro meses desde que Juliette Le Droumaguet Zapata, de siete años, desapareció sin dejar rastro de la granja donde vivía en un poblado de Paraguay. Este caso, por el cual están detenidos su madre y su padrastro, es seguido de cerca por organizaciones de defensa de los derechos de los niños, que han señalado inconsistencias y lentitud en el proceso de investigación.
Juliette, una niña con nacionalidad paraguaya y francesa, desapareció el pasado 15 de abril mientras jugaba con unas cabras en el complejo cerrado de Monte Pacará, en el municipio de Emboscada, en el departamento de Cordillera (región oriental del país).
Hasta ahora, su madre, Lilian Zapata, y su padrastro, un ciudadano alemán llamado Reiner Helmut Oberüber, se encuentran detenidos. Este último ha sido señalado como el principal sospechoso tras el hallazgo de imágenes pornográficas infantiles de su propiedad, entre las que se encontraban fotos de sus hijastras .
La desaparición
Lourdes Servin, presidenta de la organización no gubernamental ‘Ni un niño más’, que ha acompañado el caso desde el inicio, ha explicado un RT las irregularidades que esa asociación ha encontrado en las declaraciones de los representantes de la pequeña.
Cuando desapareció, Juliette estaba en la propiedad donde vivía —que forma parte de un condominio para jubilados alemanes—, con su madre, su hermana de 10 años, el padrastro y dos trabajadores
Los testigos manifestaron que vieron a la pequeña por última vez el 15 de abril, a las 10:00 de la mañana. Sin embargo, Zapata hizo la denuncia un día después. «Es decir, esperó 24 horas. Eso es lo más llamativo», dice Servin.
En las primeras declaraciones a la Fiscalía, Oberüber aseguró que había salido dos veces de la casa. Esta información fue desmentida tiempo después por los encargados de la investigación, que confirmaron que había abandonado el lugar en tres oportunidades. «Nos describe una conducta sospechosa de parte de esta persona», dijo el comisario César Silguero en una rueda de prensa.
La computadora perdida
Según el testimonio de la hermana de Juliette, mientras la buscaban en el bosque, el padrastro estuvo frente a la computadora todo el tiempo. Pasados los días, el ordenador desapareció y al ser interrogado por su paradero, afirmó que lo había mandado a reparar. «Hasta hoy no se sabe dónde», asegura Servin.
A pesar del extravío del equipo, la Fiscalía, en un allanamiento a la vivienda de José Bernardino Vargas, socio de Oberüber, incautó un celular y una tarjeta de memoria. También se halló una computadora durante las pesquisas.
Pornografía infantil
Tras el análisis de 80.000 fotografías contenidas en los dispositivos electrónicos incautados se encontró pornografía infantil, imágenes de partes íntimas de Juliette y de su hermana y elementos que según la fiscal Irene Álvarez » dan una idea de la personalidad de quienes convivían con la niña«. «Tenemos los indicios de que él (padrastro) captó las imágenes», afirmó en una rueda de prensa a mediados de julio.
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