ONG, activistas y diputados del Parlamento venezolano alertaron del riesgo ambiental que enfrentan las costas de los céntricos estados de Carabobo y Falcón por un derrame petrolero del cual el Gobierno de Nicolás Maduro apenas ha ofrecido información y que este miércoles cumple diez días.
De acuerdo con la Fundación Azul Ambientalistas, una mancha de aproximadamente 260 kilómetros de hidrocarburos vertidos por la Refinería El Palito -la mayor del país- ha afectado a las playas de Carabobo y el Parque Nacional Morrocoy en Falcón, uno de los balnearios más populares del país.
“Estamos muy preocupados por la afectación que esto va a traer a los manglares y a los corales que estaban en una época reproductiva, (porque) cualquier cambio en el ambiente, en el agua, los afecta muchísimo“, dijo a Efe la directora de la organización, Victoria González.
González señaló que los manglares en Morrocoy, uno de los 43 parques y zonas protegidas en Venezuela, funcionan como “colonias marinas” en las que muchas especies acuden a desovar y que su contaminación afectará el número de peces en estas aguas, que ya sufrían por la intensa actividad turística.
Un derrame sin explicación oficial
Diversas organizaciones y activistas ambientales venezolanos han denunciado que el derrame comenzó el domingo 2 de agosto, cuando se vieron las primeras manchas en las costa del estado de Falcón, a casi 300 kilómetros de Caracas.
El Gobierno venezolano no ha ofrecido detalles del derrame, pero el viceministro de Ecosocialismo, Josué Lorca, señaló que en Morrocoy ya se eliminó el 90 % del petróleo vertido gracias al trabajo de 1.200 voluntarios y que se investiga el origen del accidente.
Pero según explicó a EFE la directora de Azul Ambientalistas, “el problema es que cuando hay un derrame petrolero, una simple limpieza no basta, porque siguen llegando (a las costas) hidrocarburos en forma de alquitrán”.
González matizó que la “opacidad” con la que se ha manejado la información sobre el accidente no permite conocer su verdadera magnitud.
Aún así, estimó, con base en lo poco que se sabe, que la flora, la fauna y las actividades económicas relacionadas con el Parque Nacional Morrocoy se verán afectadas de alguna manera durante unos seis meses y eso si las labores de limpieza cumplen con las normas internacionales.
“Porque no se atacó (el derrame) en el momento, sino que se permitió que la mancha circulara. Las primeras barreras de contención las colocaron el martes (4 de agosto) y los reportes de mancha son del domingo (2 de agosto)”, explicó.
Preocupa la posible caída en la actividad pesquera
Por su parte, el activista ambiental Samuel Cabrera, que ha estado documentando la situación en el estado de Carabobo, dijo hoy a Efe que le preocupa una caída en la pesca por causa de la contaminación, puesto que esta actividad es la base del sustento de muchas familias en la región.
Asimismo, denunció que, además del derrame en la Refinería El Palito, un buque que navegó las aguas del estado vertió una sustancia oleaginosa que aún se encuentra en las playas de Puerto Cabello, un municipio que alberga uno de los mayores puertos del país.
“Los corales, las piedras, el rompeolas, todo está manchado de negro“, manifestó Cabrera, quien agregó que “el agua está tornasol, como cuando se derrama aceite”.
El activista también criticó los esfuerzos de PDVSA por atender el derrame, que dijo son insuficientes y están alejados del protocolo considerado correcto a nivel internacional.
“Limpiaron la playa con unas palas y con escobas, movieron la arena negra y la dejaron en la zona de la carretera“, señaló advirtiendo que aún resta mucho crudo que retirar y que no apreció barreras para contenerlo.
PDVSA, que enfrenta el peor momento de su historia con múltiples investigaciones por corrupción y una marcada caída de la producción que data de mucho antes del descenso de la demanda por la pandemia, no ha ofrecido explicaciones del suceso.
Fortalecer instituciones
La diputada María Gabriela Hernández, que preside la comisión de Ambiente del Parlamento venezolano -y que reconoce al líder opositor Juan Guaidó como presidente de este órgano-, dijo el martes en un foro virtual que el Estado venezolano debe fortalecer las instituciones que cuidan del medioambiente.
Asimismo, señaló que Venezuela debe “superar la era extractivista“, en alusión a la explotación petrolera y de otros recursos minerales, porque lo demanda no solo el país, sino un mundo que avanza hacia la economía sustentable.
“Tenemos que desarrollarnos con la naturaleza, no a expensas de ella“, apuntó. Por su parte, la divulgadora y miembro de una comisión que planea futuros programas turísticos, Valentina Quintero, dijo en el mismo foro virtual que Venezuela “ya no es un país petrolero”, y que en el futuro próximo la mayoría de los ingresos de esta nación sudamericana provendrán del turismo y la agricultura.
Además, pidió el establecimiento de nuevas normas para la protección del Parque Nacional Morrocoy, que de acuerdo a las cifras oficiales recibe más de 1.000.000 de visitantes por año.
“Morrocoy tiene años sometido a la mayor desidia, a los mayores atropellos, el régimen (de Nicolás Maduro) tiene 01/20 en la boleta (en materia medioambiental)”, señaló. EFE
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