Unos 24.000 policías han contraído la COVID-19 en Perú, de los que alrededor de 400 han fallecido, anunció este viernes el ministro del Interior, Jorge Montoya, después de que el país superase el jueves el medio millón de contagios acumulados y los 25.000 muertos por coronavirus.
EFE
Cerca de 17.000 agentes se encuentran en proceso de recuperación sin poder todavía reincorporarse a sus funciones, lo que supone el 13 % de los 130.000 miembros que componen la Policía Nacional del Perú (PNP).
A las muertes de policías también se suman los 125 médicos que han fallecido por el coronavirus, que ha contagiado en el país a unos 3.000 galenos.
El ministro Montoya lamentó la pérdida de estos policías y la ausencia de los todavía convalecientes para vigilar el cumplimiento del regreso de los toques de queda dominicales, ya que a partir de este domingo los peruanos volverán a obligados a permanecer en sus casas sin salir para prevenir nuevos contagios.
El Gobierno anunció esta semana el retorno de esta medida de inmovilización social después de que los contagios se hayan extendido aún más desde que la cuarentena fuera levantada para gran parte del país desde el 1 de julio.
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Asimismo, también se prohibió las reuniones familiares, aparentemente uno de los focos de los nuevos casos de COVID-19 en estas últimas semanas.
El ministro del Interior recordó que las multas contra quienes vulneren estas restricciones oscilan entre los 86 y los 430 soles (entre 24 y 120 dólares).
RECELO DE VACUNA RUSA
Por su parte, el viceministro de Salud Pública, Luis Suárez, anticipó que Perú ya tiene preparado su protocolo de vacunación para cuando se comercialicen las primeras vacunas. El documento sigue las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«En estos momentos estamos en negociaciones con distintos laboratorios cuyos estudios se encuentran fase 3», recordó Suárez.
El viceministro explicó en declaraciones al canal estatal TV Perú que el Gobierno «está haciendo las gestiones a través del COVAX Facility, coalición donde está la OMS y la fundación de Bill y Melinda Gates».
Como anticipó en la víspera la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, Perú recela de la vacuna presentada esta semana por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, al no haberse publicado de momento ningún estudio que avale su efectividad y detalles sus posibles efectos secundarios.
«La vacuna rusa no está supervisada por las agencias internacionales de regulación, como la FDA de Estados Unidos o la EPA de la Unión Europea (UE). En este caso se autorregulan por la agencia rusa», indicó Suárez.
«Antes de utilizar un medicamento o vacuna en la población, éstos deben pasar por una serie de fases de investigación y control para garantizar que dichos productos sean, además de efectivos, seguros en la población», agregó.
VAIVÉN EN CIFRAS DE FALLECIDOS
Mientras el virus continúa sumando víctimas, el Gobierno de Perú trata de revisar las cifras de fallecidos para reducir el alto número de decesos con sospecha de COVID-19.
El jueves hicieron una segunda corrección de la cifra oficial de fallecidos para añadir unos 4.000 nuevos decesos, lo que elevó el número de víctimas a 25.648.
Sin embargo, el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef) registra más de 50.000 fallecidos con COVID-19 como causa de muerte. «De ese total, cerca de 15.000 casos ya fueron evaluados por un equipo especializado del Ministerio», indicó Suárez.
El viceministro destacó que existen muchas dificultades para trabajar las cifras debido a que en epidemiología se manejan casos confirmados, casos sospechosos y casos compatibles que no son confirmados, pero, tampoco descartados. «Existen muchas personas que fueron cremadas sin ningún tipo de prueba de confirmación», acotó.
MUERTE DE POLÉMICO EXCONGRESISTA
Entre los últimos fallecidos por COVID-19 está el polémico excongresista fujimorista Moisés Mamani, quien fue hallado muerto en su domicilio de Lima este viernes tras haber perdido esta semana por la misma enfermedad a su padre y a su hermano.
Mamani, congresista de Puno, región fronteriza con Bolivia, ganó notoriedad por precipitar la dimisión del expresidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) al grabar con una cámara oculta conversaciones donde presuntamente el Gobierno buscaba comprar votos del fujimorismo para evitar que el Congreso destituyese al mandatario.
Durante su labor en el parlamento, el excongresista fue suspendido en dos ocasiones por hasta 120 días. Primero por tocamientos indebidos a una azafata en un avión y después por haber mentido sobre su formación escolar en la declaración jurada para ser candidato en las elecciones de 2016.
Mamani recibió el homenaje en redes sociales del grupo parlamentario de Fuerza Popular, que hasta el año pasado controlaba con mayoría absoluta el hemiciclo peruano y practicaba una oposición obstruccionista y feroz contra el Gobierno y sus medidas anticorrupción, lo que provocó la disolución constitucional del Congreso por parte del presidente, Martín Vizcarra.
EFE