Los pagos de emergencia a los pobres de Brasil podrían extenderse hasta final del año, dijo el miércoles el presidente Jair Bolsonaro, pero serían menores a 600 reales (108 dólares) al mes actuales.
Reuters
Los pagos son ampliamente mencionados como una de las razones por las que la economía parece haberse recuperado de lo peor de la crisis del coronavirus más rápidamente de lo que muchos esperaban, pero están a punto de expirar el próximo mes.
El gobierno y el país en general están debatiendo si los pagos deben ser mantenidos y por cuánto, considerando el lamentable estado de las finanzas públicas.
Bolsonaro dijo que continuar con 600 reales al mes no es una opción, ya que eso pondría en peligro la credibilidad fiscal de Brasil, pero que una de las propuestas del Ministerio de Economía, de 200 reales al mes, no es suficiente.
“Podemos llegar a un punto medio y trataremos de extenderlo por unos meses más, tal vez hasta el final del año”, dijo Bolsonaro en Brasilia junto con el ministro de Economía, Paulo Guedes.
Guedes volvió a insistir en que el gobierno no puede permitirse 600 reales al mes, pero dijo que hará todo lo que esté a su alcance para extender el programa que ha llegado a 64 millones de brasileños.
El paquete de ayuda le cuesta al gobierno más de 50.000 millones de reales al mes.
Guedes afirmó que la economía se está recuperando en forma de un “ticket” o logo de Nike, y que un programa para ayudar a financiar las nóminas de las empresas duplicará con creces su alcance en los próximos meses a más de 200.000 compañías.
Guedes también dijo que entre 200.000 millones y 300.000 millones de reales de crédito se pondrán a disposición de las pequeñas empresas para finales de año.
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