El pasado miércoles el Ejército del Pueblo Paraguayo secuestró al exvicepresidente Óscar Denis, quien se encontraba en su hacienda ganadera entre los departamentos de Concepción y Amambay al este de la nación.
Este viernes sus hijas pidieron que los captores lo mediquen, dado que es hipertenso e insulinodependiente. Además, hace poco tiempo fue sometido a una cirugía compleja. Beatriz Denis expresó que lo importante es que los guerrilleros se contacten con ellas e informó que hoy mantendrán reuniones con las autoridades nacionales y quienes llevan a cabo la búsqueda.
De acuerdo a lo que consignó el periódico local ABC, en un momento de su comparecencia ante los medios de comunicación, se dirigió a su padre y le contó que su madre, de 95 años, pregunta constantemente por él. “Le decimos que estás bien y que vas a volver pronto”, narró. Luego le pidió que tenga mucha fuerza para regresar a su casa sano.
Las fuerzas de seguridad hallaron en la camioneta en la que se desplazaban el político y el peón panfletos firmados por una “Brigada Indígena de ajusticiamiento de matones de estancias del Ejército del Pueblo Paraguayo” con la amenaza añadida de que los abusos contra las comunidades “no quedarán impunes”.
Esos pasquines fueron hallados por primera vez el 9 de julio de 2019 tras el ataque armado a una hacienda del departamento de Amambay, propiedad de un productor brasileño, que se saldó con la ejecución del capataz, de la misma nacionalidad.
Los militares señalaron entonces que entre los atacantes había varías personas con “rasgos indígenas”, que como el resto del grupo iban a cara descubierta y vestidos con uniformes de camuflaje.
Al respecto, el entonces ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, destacó que se trató de “un hecho nuevo” en el marco de la actividad armada del EPP.
Otro lado de ese factor indígena en el secuestro de Denis es el origen del peón de su estancia también secuestrado, Adelio Mendoza, perteneciente a una de las 50 comunidades de los Paí Tavyterá.
Se trata de una etnia guaraní del departamento de Amambay compuesta por unas 15.000 personas, de las que muchas son empleadas de fincas agrícolas y ganaderas.
Al respecto, el analista Alfredo Boccia explicó a EFE que los Paí Tavyterá coexisten en el norte del país en un corredor “de todos los tráficos y todas las necesidades”.
Ello en alusión a la pobreza que impera en las áreas rurales de Amambay y Concepción, donde además abundan los cultivos ilegales de marihuana, de los que Paraguay es el mayor productor de Sudamérica.
Miembros de esa comunidad se concentraron ayer a la tarde en la hacienda de Denis para condenar los secuestros, y manifestaron su intención de realizar batidas en la zona para hallarlos con vida.
El grupo aguardó además la llegada del presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado, que se personó para reunirse con los familiares de Denis.
Denis, el político de fuste retirado
Diversos analistas resaltaron la circunstancia de que el EPP haya secuestrado a una figura política del nivel de Denis, si bien estaba retirado de la política y se dedicaba de lleno a su hacienda ganadera.
Denis fue gobernador de Concepción, diputado por ese departamento, titular del Partido Liberal y luego vicepresidente del Gobierno de Federico Franco (2012-2013).
Si Denis era objetivo del EPP por su actividad empresarial, ello estaría en la línea de otros secuestros de la guerrilla.
El EPP se financia con secuestros de productores agroganaderos, muchos de las colonias menonitas de la zona, buscando a cambio de su liberación sumas económicas.
Una excepción fue el caso del policía Edelio Morínigo, secuestrado hace seis años y de quien no se tiene noticias de su paradero.
En un principio el EPP ofreció entregarlo a cambio de la puesta en libertad de varios prisioneros de la guerrilla, pero el Gobierno del colorado Horacio Cartes (2013-2018) se negó a ese canje.
Algún referente del coloradismo señaló que el secuestro de Denis sería una venganza por la muerte de dos niñas de 11 años en esa zona una semana antes, en dos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y el EPP.
Y el ministro del Interior, Euclides Acevedo, declaró que las “represalias no siempre son planificadas, son utilizadas de acuerdo a la coyuntura y esto tiene muchísima connotación política”.
Aunque aclaró que detrás del secuestro de Denis no estarían los mismos guerrilleros del EPP que tomaron parte en ese enfrentamiento, a unos 32 kilómetros de donde se dio el del viceministro.
Cuando se produjo el secuestro de Denis, el Gobierno seguía bajo las críticas por la muerte de las menores y el rechazo de organizaciones de derechos humanos.
El Ejecutivo sostiene que las niñas eran parte del EPP e hijas de algunos de sus líderes, las cuales habrían crecido en Argentina y viajado el pasado año al campamento de la guerrilla desarticulado tras esos enfrentamientos.
EFE
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