Con la aplicación de la cuarentena y la prohibición de usar espacios públicos para la recreación y esparcimiento, la actividad en las playas venezolanas fue prácticamente anulada, los que más sufren las consecuencias son los trabajadores informales, que dependen de sus ventas diarias a orillas del mar para subsistir.
La pandemia obligó a esta población de la economía informal a buscar alternativas para generar recursos económicos.
El Diario elaboró un reportaje con la nuevas modalidades utilizadas.
A continuación el reportaje íntegro
Con información del El Diario
Para Angel García las fuentes de ingreso son escasas desde el decreto de cuarentena nacional en marzo de 2020. A partir de esa fecha se vio en la obligación de vender varias de sus pertenencias. También le tocó elaborar y ofrecer tortas para seguir llevando comida a casa, donde lo esperan sus dos hijas.
Ángel trabaja en un quiosco dedicado a la venta de comida en la playa de Camurí Chico, en el estado Vargas, pero con el inicio del confinamiento el local cerró y los dueños no han podido abrir nuevamente porque el sector es uno de los excluidos del esquema de flexibilización. La situación dejó al joven de 29 años de edad sin posibilidad de recibir su salario y a la espera de una pronta solución.
Alrededor de 4.200 trabajadores afectados
El caso de García no es aislado. Walter Requena, secretario de Seguridad Acuática de la Cámara de Prestadores de Servicios Turísticos y Playeros de Vargas, comenta para El Diario que hay alrededor de 4.200 trabajadores afectados de forma directa por el cierre de las playas.
“Estas cifras son sin incluir a sus familiares que también sufren las consecuencias del cierre”, agrega.
El secretario afirma que comunicó la situación al ministro de Turismo, Félix Plasencia. Esto durante la reunión que sostuvo el funcionario con el gremio playero el sábado 12 de septiembre, en La Guaira.
Como respuesta, las autoridades prometieron bolsas de alimentos para todos los trabajadores pero solo llegó un kilo de mortadela y la promesa de no abandonarlos a su suerte.
Requena asegura que dada la situación los trabajadores playeros se han visto en la obligación de vender sus pertenencias para seguir generando ingresos.
Los trabajadores exigen la reactivación
Walter Requena, secretario de Seguridad Acuática de la Cámara de Prestadores de Servicios Turísticos y Playeros de Vargas, es uno de los trabajadores que armó el proyecto para la reactivación de las playas. El mismo lo presentaron al ministro Plasencia, quien activó varias mesas de trabajo en las que han discutido el tema durante las últimas dos semanas.
“Yo le planteé al ministro (Félix Plasencia) la necesidad de aprender a convivir con el virus. Nosotros pasamos el planteamiento de abrir las playas con las medidas de bioseguridad, pero él dice que no se puede aún. El miércoles pasado sostuvimos otro encuentro con el viceministro (Alí Padrón). Ellos nos mandaron a llevar el anteproyecto a la gente de Seguridad Sanitaria y así nos tienen”, detalla.
Requena, al igual que el resto de los trabajadores playeros en Vargas, están alineados en relación al procedimiento que deberían seguir para reactivar la actividad en las playas. La idea, asegura, es abrir solo a la mitad de la capacidad.
“Si tenemos capacidad para 700 personas, que entren solo 350. Hay playas abiertas, quiere decir que entras por varias partes. Ahí es más difícil pero estamos implementando medidas para poner obstáculos en varios espacios y que salgan y entren por un mismo lugar. Así podemos tener más control”, afirma.
Otras de las medidas que comenta es desinfectar con regularidad toldos y sillas, además de respetar el distanciamiento social y el uso de la mascarilla. Inicialmente su propuesta solo contempla abrir en las semanas de flexibilización y a bañistas locales, no turistas.
El proyecto presentado por los trabajadores de Vargas también se está evaluando en otras entidades playeras como Anzoátegui, Sucre, Nueva Esparta y Falcón.
De acuerdo con Walter, en Falcón evalúan abrir cinco de los 11 cayos que comprenden el Parque Nacional Morrocoy, mientras en Margarita reactivarán playa El Yaque. En el caso de Vargas no hay nada concreto.
“No queremos que trabajen unas cuantas playas, queremos que abran todas. Nosotros estamos esperando la orden del presidente, le rogamos que nos tome en cuenta en la flexibilización. Somos un gremio muy grande y el gremio que sostiene La Guaira es el de nosotros, el gremio playero”, sentencia Requena.
Con información del El Diario
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.