El bloqueo internacional a las actividades narcotraficantes del régimen venezolano rinde frutos con incautaciones de volúmenes récord de cocaína. En estos esfuerzos las fuerzas navales de Holanda están jugando un papel fundamental.
En septiembre, un solo buque de la Real Armada holandesa incautó cerca de 3 toneladas de clorhidrato de cocaína en varias acciones en las que se interceptaron lanchas rápidas en aguas caribeñas.
Durante años, Venezuela fue un pasaje seguro para las drogas. El colapso del país, más la llegada del coronavirus, lo convirtieron en un pequeño escollo que los carteles han intentado superar cambiando sus métodos de transporte.
Así que al tiempo que Colombia llega a picos de producción de cocaína la droga sigue fluyendo de Venezuela.
Ya antes de la pandemia, había pocos vuelos comerciales desde Venezuela. Casi ningún transporte de contenedores, muchos menos movimiento turístico y un sector pesquero paralizado terminaban de completar el panorama. La COVID-19 profundizó esa situación.
Ahora, el transporte de preferencia son las lanchas rápidas que se dirigen, especialmente, a islas del Caribe holandés (Aruba, Bonaire y Curazao) ubicadas apenas a unos kilómetros de las costas venezolanas.
El buque Groningen patrulla las costas de las islas holandesas en el mar Caribe.
Despliegue naval y aéreo
La Marina Real holandesa se encuentra desplegada en la zona como parte de los esfuerzos internacionales para contrarrestar las actividades narcotraficantes del régimen de Nicolás Maduro.
En los últimos meses los decomisos de droga hechos por las autoridades de los Países Bajos ha aumentado significativamente, lo que confirmaría que la zona es el paso obligado de la cocaína que se envía desde Venezuela.
El portal Insight Crime, indica en un análisis que las cifras de incautaciones son una métrica imprecisa para medir la escala del tráfico. Pero que parece probable que el volumen total de cocaína que se mueve por la zona se haya disparado.
Las islas del Caribe holandés, son un eslabón en la cadena de suministro o desde allí viajan directamente a sus finales en territorios europeo o estadounidense.
La vigilancia neerlandesa ha rendido frutos. Septiembre fue un mes récord en incautación de cocaína.
El 8 de septiembre, el buque de la Armada holandesa Groningen interceptó una lancha rápida al oeste de Aruba que transportaba media tonelada de cocaína.
Siguieron cuatro incautaciones más: el 11 de septiembre (cuando otra media tonelada de cocaína fue interceptada desde una lancha rápida), el 22 de septiembre (80 kilogramos), el 26 de septiembre (284 kilogramos) y el 28 de septiembre, cuando use capturó una cifra récord de 1,9 toneladas de cocaína en un solo barco.
El despliegue de Groningen es parte de la estrategia holandesa del país para detener el flujo de drogas a través de la región.
En esa estrategia, los Países Bajos no están solos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores del país destaca el papel que los vuelos de vigilancia de Estados Unidos desde Curazao y Aruba han tenido en el apoyo a los esfuerzos antinarcóticos de la Armada holandesa.
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