Los países europeos están considerando comprar millones de pruebas rápidas de COVID-19 principalmente de Roche y Abbott, según muestra un documento de la UE, en momentos en que la producción mundial de las pruebas está tensionada por el aumento en las infecciones.
Reuters
Las pruebas de antígenos son una alternativa más rápida a los kits de pruebas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) molecular más comunes. Aunque son menos precisos, pueden dar resultados en minutos en lugar de los días que a veces se necesitan para las pruebas de PCR, una diferencia que podría ayudar a rastrear mejor los casos y contener la pandemia.
Unas diez naciones europeas están analizando pruebas de antígenos de la estadounidense Abbott o de su rival suiza Roche y su socio SD Biosensor, muestra el documento, sin nombrar los países.
Tanto las pruebas de antígeno como las de PCR requieren un hisopo nasal, pero las pruebas de PCR detectan material genético en el virus, mientras que las pruebas de antígenos buscan proteínas en la superficie del virus.
Los países de todo el mundo quieren asegurarse suministros para la pandemia: desde pruebas y tratamientos hasta posibles vacunas. A principios de mes, la UE acordó pagar más de 1.000 millones de euros (1.200 millones de dólares) por suministros del antiviral remdesivir, poco antes de resultados de ensayos que cuestionaron su efectividad en el tratamiento del COVID-19.
“Las pruebas rápidas de antígenos producidas por Abbott y SD Biosensor/Roche son las opciones más consideradas”, indicó el documento, publicado esta semana en una página web de la Comisión Europea.
El texto contenía un informe de una reunión que tuvieron la semana pasada expertos europeos en salud en la que los gobiernos intercambiaron información sobre pruebas rápidas antes de nuevas propuestas sobre el tema de la Comisión y una videoconferencia de líderes de la UE prevista para el jueves.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo el viernes que el ejecutivo de la UE destinará 100 millones de euros (118 millones de dólares) a comprar hasta 22 millones de pruebas de antígenos para satisfacer las “necesidades inmediatas” de los países de la UE.
Los kits adicionales se comprarían a través de un esquema de adquisición conjunta liderado por la Comisión, indicó la funcionaria, aunque no está claro si los gobiernos de la UE optarán por comprar juntos o por su cuenta. Media decena de los 27 estados de la UE ya utilizan pruebas de antígenos.
Alemania indicó que obtuvo nueve millones de kits de prueba al mes de Abbott, Roche y Siemens Healthineers, mientras que el estado regional de Baviera ha pedido otros 10 millones. Italia anunció la semana pasada que buscaba implementar 10 millones de pruebas en los próximos días.
La prisa europea por las pruebas rápidas se da en medio de un aumento de las infecciones. El gobierno de Estados Unidos dijo en agosto que había comprado 150 millones de pruebas de antígenos de Abbott para su uso hasta diciembre.
Abbott dijo en octubre que tenía una capacidad de producción mensual de 50 millones de pruebas de antígenos. Roche sostuvo que puede fabricar hasta 40 millones de kits de prueba rápida cada mes.
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