Pese a tener una situación muy diferente al resto de la región, Uruguay vive con preocupación los brotes de COVID-19 de las últimas semanas, sobre todo con vistas a un fin de semana en que se prevén fiestas por la Noche de Brujas, cultos religiosos y visitas al cementerio por el Día de los Muertos.
EFE
El aumento de casos en los últimos días -este miércoles se alcanzó el récord de 65 positivos en un día- y la proximidad de fechas con grandes convocatorias tienen en vilo a las autoridades.
Uno de los colectivos que más convoca es el de la religión umbandista (sincretismo de origen brasileño) que, si bien continúa atendiendo a quienes solicitan ayuda espiritual en la pandemia, ha dejado de lado sus ritos grupales.
En diálogo con Efe la «mae» umbandista Susana Andrade, exdiputada del Frente Amplio (FA, izquierda), dijo que en el Día de los Muertos no tienen «un ritual tan especial», pues su fecha más representativa es el 2 de febrero -culto de Iemanjá, diosa del mar-.
Esta religión ha estado en el foco de las autoridades debido a que en la ciudad fronteriza de Rivera (norte), muchos brotes se dieron a raíz de cultos de esta religión.
Este lugar es de especial importancia para el gobierno debido a que está ubicado en una frontera seca con Brasil, donde los pobladores de ambos lados llevan una vida binacional y corre riesgo de perderse el rastreo epidemiológico.
Pese a que Montevideo es el departamento (provincia) con mayor cantidad de casos (269), Rivera tiene la mayor tasa de incidencia acumulada con 436 contagios cada 100.000 habitantes, por lo que es el más afectado del país.
«Desde que empezó el tema de la emergencia sanitaria acá en Uruguay como Federación IFÁ del Uruguay (estamos) haciendo comunicados de que no se hagan rituales grupales, presenciales en los templos», enfatizó Andrade.
Incluso los representantes de esta religión ya se reunieron con autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) para elaborar un protocolo sanitario.
«El 2 de noviembre es el día de los difuntos para los cristianos. Van a tener que mirar los cementerios, las aglomeraciones de gente. Yo no sé si hay misa, no sé por qué ‘disparan’ contra los umbandistas siendo que es una fecha católica», reflexionó.
Este miércoles, los ministros de Salud e Interior, Daniel Salinas y Jorge Larrañaga, respectivamente, expresaron su preocupación por la posible organización de fiestas y aglomeraciones en los próximos días en una situación sanitaria «distinta» a la de un mes atrás.
«Hay un cambio en la tendencia y en los números. No es ser alarmista, es ser realista», sostuvo Salinas.
Larrañaga, en tanto, dijo que su cartera trabaja en localizar fiestas clandestinas y evitar su concreción para lo que pidió «ayuda a toda la población».
Desde el 13 de marzo, cuando se decretó la emergencia sanitaria en Uruguay por la aparición de los primeros casos, se han registrado 2.981 positivos (445 activos) y 55 fallecidos.
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