El presidente Alberto Fernández aseguró que siguió atentamente los procedimientos de desalojo realizados en las provincias de Buenos Aires y de Entre Ríos en la jornada de ayer.
En diálogo con el periodista Gustavo Sylvestre, en Radio 10, el jefe de Estado reveló: “Eran situaciones muy complejas; en una, había una disputa familiar, en otra se mezclaban necesidades reales de la gente con intereses políticos y la verdad que no eran fáciles de resolver”. “Yo seguí atentamente cómo evolucionaban las cosas, hablando permanentemente con Kicillof y con Bordet, que me mantuvieron al tanto”, agregó.
Fernández informó además que el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, tuvo la “deferencia” de ir a visitarlo a Olivos para explicarle el trabajo que había realizado el gobierno en Guernica.
Esta mañana, el mandatario había cuestionado en redes sociales un artículo publicado en Infobae que informaba que se había involucrado personalmente en ambos procedimientos. Durante el reportaje radial, aclaró: “Me hacían aparecer a mí como el que resolvió todo, cuando en realidad fue una decisión de la justicia y de los gobiernos provinciales”.
Según planteó, en Guernica se mezclaban familias necesitadas de un lugar para vivir con grupos que tenían intereses políticos o que pretendían quedarse con el predio para luego hacer un negocio inmobiliario. A los primeros, el gobierno bonaerense los identificó y los trasladó a otros lugares.
“Ahí apareció la Justicia que había tomado una decisión que postergó una y otra vez… Hasta que al final dio la orden y se cumplió en términos sensacionales; no hubo gente herida, no tuvimos que lamentar ninguna muerte, algo que hubiera sido terrible. Fue una decisión judicial que la Policía respetó y cumplió. Y el trabajo del gobierno de Axel tratando de detectar las familias con necesidades para ayudarlas fue muy bueno. Larroque hizo un trabajo enorme de modo silencioso”, describió.
En el caso de Entre Ríos, donde la Justicia ordenó desalojar un campo que había sido ocupado ilegalmente por Dolores Etchevehere y militantes que responden a Juan Grabois, el Presidente dijo que había un dilema familiar.
“La propiedad privada jamás fue un tema de debate en la Argentina. Cuando se ocupó Guernica, hubo un planteo de intendentes y de gobernadores manifestándose en contra. Y nadie, absolutamente nadie, promueve la toma de tierras… Pero había una segunda parte que analizar: hay mucha gente que necesita un techo y que busca tierras y eso es un conflicto social, no es un conflicto penal”, completó.
En las últimas semanas, varios dirigentes y organizaciones públicas se manifestaron sobre la toma de tierras, entre ellas el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y la Iglesia Católica Argentina, que calificó la ocupación de terrenos como un delitos.
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