Los demócratas son los favoritos para ganar 14 reñidas carreras al Senado de Estados Unidos y obtener el control total del Congreso luego de la elección del martes, pero los resultados finales de al menos cinco de esas contiendas podrían no conocerse durante varios días y, en algunos casos, meses.
En momentos en que la desaprobación al presidente Donald Trump pesa sobre los republicanos en todo el país, los votantes decidirán si ponen fin a las carreras políticas de senadores oficialistas, como Lindsey Graham -un aliado del mandatario- en Carolina del Sur y la moderada Susan Collins en Maine, entre otros.
En total, 12 escaños ocupados por republicanos y dos en manos de los demócratas están en disputa, según un análisis de Reuters a datos de pronósticos electorales para Estados Unidos de tres organizaciones no partidistas -El Center for Politics de la Universidad de Virginia, Inside Elections y el Cook Political Report.
“Hay disputas reñidas en todo el país”, dijo durante un evento de campaña el líder de mayoría del Senado, Mitch McConnell, el republicano de mayor rango en el Congreso. Describió la probabilidad de que los republicanos conserven su mayoría en la Cámara alta como una “situación de 50-50”.
Esas probabilidades parecen optimistas, según los pronósticos de las tres organizaciones.
Ellos proyectan que los demócratas podrían emerger con hasta 55 de los 100 escaños del Senado, dándoles por primera vez en una década la mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes de 435 escaños, que se espera que sigan controlando.
Los demócratas esperan marcar el comienzo de una nueva era política en Washington si también gana su candidato a la presidencia, Joe Biden.
Aunque es probable que no alcancen a una mayoría capaz de superar los mecanismos de obstrucción en la Cámara alta, para lo que se necesitan 60 votos, un Senado bajo control demócrata ayudaría en gran medida a impulsar la agenda legislativa de Biden o a obstaculizar un segundo mandato de Trump.
Los republicanos ahora tienen una mayoría de 53-47 y si Biden es elegido presidente, la senadora Kamala Harris asumirá como vicepresidenta y tendrá el voto de desempate en el Senado, por lo que los demócratas necesitarían ganar solo tres escaños republicanos para controlar la Cámara alta.
El senador Cory Gardner de Colorado es considerado el más vulnerable de más de media docena de legisladores republicanos que ejercen su primer mandato en Alaska, Arizona, Georgia, Iowa, Montana y Carolina del Norte. Los demócratas Doug Jones y Gary Peters también enfrentan duros desafíos en Alabama y Michigan, respectivamente.
Es probable que los resultados de algunas contiendas no se conozcan hasta después del día de las elecciones, debido al volumen sin precedentes de votos enviados por correo este año y por una posible segunda vuelta en cuatro carreras, según analistas y funcionarios electorales estatales.
Si los demócratas consiguen el control de la Cámara alta en las elecciones, el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, ha prometido que no dejará que nada se interponga en su camino.
“Tenemos un imperativo moral con la gente de Estados Unidos, hacer mucho si conseguimos la mayoría”, dijo Schumer. “No hay nada fuera de la mesa”.
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