Macron apuesta por acelerar el proceso de independencia estratégica de la Unión Europea, mientras que Merkel pone el acento en recomponer los lazos rotos.
Bruselas y la mayoría de las capitales del continente coinciden en que la salida de Donald Trump de la Casa Blanca permitirá a la Unión Europea replantear su relación con EE UU tras cuatro años de hostilidades, contraataques arancelarios y choques diplomáticos por doquier. Pero la UE tiene dudas sobre el camino a seguir en la nueva etapa que se abrirá el 20 de enero con la presidencia de Joe Biden. El mandatario francés, Emmanuel Macron, lidera a los socios comunitarios partidarios de continuar e incluso acelerar el proceso de independencia estratégica de la UE puesto en marcha en los últimos años. En cambio, la canciller alemana, Angela Merkel, es partidaria de recomponer en la medida de lo posible los lazos rotos y de reafirmar la posición de EE UU como socio indispensable para la unidad, estabilidad y seguridad del Viejo Continente.
Fuentes diplomáticas reconocen que “París y Berlín coinciden en la necesidad de seguir avanzando en la autonomía estratégica, pero difieren en cuanto al alcance y repercusión de ese concepto”. El Ejecutivo de Macron, según esas fuentes, aboga por una autonomía mucho más profunda que convierta el planteamiento “eurocentrista” en el eje de la geoestrategia del Viejo Continente durante las próximas décadas. Berlín, en cambio, desea encuadrar la estrategia europea en el marco de una alianza transatlántica similar a la vigente desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez se alinea en este debate mucho más cerca de las tesis de Merkel que las de Macron, según indican fuentes españolas. Madrid teme que la autonomía estratégica defendida por París derive en una suerte de “autarquía y proteccionismo que lleve a Europa a cerrarse en parte al mundo”. El Gobierno español prefiere una solución “más pragmática, como la defendida en este caso por Alemania”.
Célia Belin, analista de Brookings Institution en Washington, considera que las divergencias entre Alemania y Francia “se refieren más al modelo sobre Europa que a la propia relación con EE UU”. Belin prevé que “la Administración de Biden va a buscar la alianza con Europa porque necesita un socio fuerte para forzar a China a aceptar un mercado internacional más transparente y competitivo”. La analista también cree que el riesgo es que “Europa no esté a la altura y se convierta en un socio junior si no define claramente su posición”.
El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, recomienda “evitar el debate estéril, basado en la premisa falsa de que hay que elegir entre atlantismo y europeísmo”. Borrell recordaba esta semana en una entrevista con EL PAÍS que “[Barack] Obama fue el primer presidente que empezó a desentenderse de Europa y a centrarse en el Pacífico”. El jefe de la diplomacia comunitaria aboga por ampliar también los horizontes de la política exterior europea, en particular hacia Asia, preservando al mismo tiempo la tradicional relación privilegiada con EE UU.
Para leer la nota completa, pulsa aquí
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.