Mara Gómez, primera futbolista transgénero autorizada a jugar en el torneo femenino argentino, celebró este viernes su inminente debut en las canchas como un momento «histórico a nivel mundial», corolario de «largas luchas y mucho sufrimiento».
AFP
«Es histórico a nivel mundial. Fueron largas las luchas, mucho camino, mucho sufrimiento para estar hoy acá. No es una conquista individual, es una cuestión social, colectiva», dijo Mara Gómez en una conferencia de prensa en la ciudad de Berisso, 60 km al sur de Buenos Aires.
La futbolista de 23 años se dijo «muy agradecida» al club de Villa San Carlos, en el que debutará el lunes próximo frente a Lanús por la segunda fecha del campeonato de Primera División A del fútbol femenino de Argentina.
«Siempre me incluyeron, me hicieron parte, me trataron como cualquier compañera», destacó de sus compañeras de equipo. «La Villa San Carlos está para todo: no sólo para poder pelear cualquier partido sino cualquier estereotipo social. Tiene la oportunidad hoy de ser el primer club en el mundo en marcar una historia», sostuvo.
El 28 de noviembre, Gómez se convirtió en la primera futbolista transgénero autorizada a jugar en el campeonato femenino de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), pero ese día no estaba aún disponible por lo que debutará en la cancha el próximo lunes.
La legislación que permitió su incorporación fue la Ley 26.743 de Identidad de Género, sancionada en Argentina en 2012.
La norma establece la obligatoriedad de que las personas transgénero sean tratadas de acuerdo a su identidad de género autopercibida.
«Esto para mí es un logro muy importante porque tuve la fuerza de atravesar todo eso que se me ponía en el camino, lo que me imponía la sociedad a tener que cumplir estereotipos, normas, conductas patriarcales, tener que estar en el binarismo», afirmó.
Sin ventaja
Lorena Berdula, representante de la jugadora y presente en la rueda de prensa, negó que Mara Gómez tenga ventaja deportiva respecto del resto de las futbolistas.
Pero de todos modos tuvo que firmar un acuerdo con la AFA por el cual la jugadora deberá realizarse un dosaje hormonal al principio de cada torneo y medir sus valores de testosterona, explicó Berdula.
«La igualdad se entrena», se leía en una enorme bandera colocada en el suelo frente a la mesa de la conferencia de prensa.
Mara comenzó a jugar al fútbol a los 15 años, en la adolescencia tras sufrir situaciones de «discriminación y exclusión» lo que la llevó a querer suicidarse «un montón de veces», contó.
El fútbol fue «como una terapia para mí. Realmente logró la contención que yo necesitaba en ese momento», agregó.
«He tenido que atravesar un montón de obstáculos, adversidades, que me ha presentado no solo el deporte sino mi orientación, mi condición sexual en la vida».
En Argentina las mujeres transgénero tienen una esperanza de vida promedio de entre 32 y 40 años.
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