Muchas cosas fueron diferentes en el desarrollo de las cuestionadas elecciones parlamentarias convocadas por el gobierno. Pero hubo algo que no cambió: los ataques a la prensa independiente. En el transcurso de la jornada de este domingo se registraron en Carabobo al menos cuatro incidentes que incluyeron amenazas e intimidación a periodistas por parte de efectivos militares y una miliciana.
Kevin Arteaga González | El Carabobeño
Los integrantes del Plan República, adscritos a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), fueron los responsables de la mayor parte de los ataques. En el centro de votación ubicado en el Liceo Pedro Gual de Valencia, dos efectivos obligaron a la periodista Sydney Díaz, corresponsal en Carabobo de Todos Ahora, a borrar el material fotográfico que registró en el lugar
Díaz detalló que tras ser abordada por los militares, les pidió que le explicaran por qué debía borrar las fotos que había tomado con su celular en la institución educativa y solo se limitaron a decirle: “aquí está prohibido tomar fotos, bórrelas”. Los efectivos se cercioraron de que eliminara el material incluso de la papelera de archivos eliminados del dispositivo móvil.
El periodista independiente Armando Díaz vivó una situación similar en dos centros distintos. Primero en la Unidad Educativa Estadal Monseñor Bellera Arocha y luego en el ubicado en el Colegio Lourdes, donde un militar incluso hizo que se bajara del vehículo en el que se encontraba para que borrara el registro fotográfico del centro.
En el Colegio Juan XXIII, al norte de Valencia, la periodista de El Carabobeño, Dayrí Blanco, también fue intimidada por un efectivo del Plan República. El militar le pidió el celular para borrarle las imágenes capturadas en el centro de votación, pero la comunicadora se negó a entregárselo y pudo conservar el material.
En horas de la mañana una miliciana insultó y amenazó a la periodista Leomara Cárdenas, corresponsal de Crónica Uno en el estado, mientras reportaba sobre el desarrollo del proceso comicial en el centro de votación Lisandro Lecuna, en Naguanagua.
A pesar de que la trabajadora de la prensa se encontraba a aproximadamente 50 metros del centro electoral y ni siquiera había llegado a la puerta de la institución educativa, de un momento a otro una miliciana la increpó con gritos y le dijo que no podía tomar fotografías ni hacer ningún tipo de entrevistas.
Según Cárdenas, en al menos dos oportunidades la mujer integrante de la Milicia Bolivariana la ofendió y le pidió que le entregara el celular. Al negarse, la amenazó con buscar al comandante de los efectivos militares del Plan República, encargados de custodiar el centro, quien nunca llegó.
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