El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, salió este martes en defensa de su hijo mayor, el senador Flávio Bolsonaro, denunciado formalmente por la Fiscalía en un caso de corrupción, y aseguró que ese proceso es injusto y busca dañarlo a él políticamente.
EFE
«Parece que el mayor bandido sobre la faz de la tierra es el señor Flavio Bolsonaro», criticó el mandatario en una entrevista telefónica en el programa Brasil Urgente, de la cadena Bandeirantes.
«Si tiene culpa, se apura, pero no de esa forma, intentando dañarme políticamente en todo momento», añadió el líder ultraderechista.
Flávio Bolsonaro fue denunciado ante la Justicia por los delitos de organización criminal, malversación, lavado de dinero y apropiación indebida durante su etapa como diputado regional de Río de Janeiro.
Según la acusación, el primogénito del jefe de Estado lideraba y se beneficiaba de una trama que se apropió durante años de parte o la totalidad del salario de funcionarios contratados fraudulentamente para su gabinete en la Asamblea Legislativa de Río, pues en realidad estos no ejercían función alguna.
Bolsonaro dijo que siempre apostó por un «proceso justo», pero aseveró que «eso no se está cumpliendo» porque, entre otros factores, dijo que el Ministerio Público de Río de Janeiro filtra «todo» a medios de comunicación contrarios a su Gobierno.
El último capítulo de este escándalo lo desveló la revista Época el viernes pasado al afirmar que la Agencia de Inteligencia de Brasil (Abin), vinculada al Gobierno, orientó a Flavio Bolsonaro a la hora de organizar su defensa en el caso de corrupción en el que es investigado.
«La presión sobre mi hijo es para perjudicarme. Y no solo sobre mi hijo, es sobre mi esposa, mi exmujer, otros hijos, parientes míos, amigos que están de mi lado…», criticó.
«Usted ve esa cuestión de la Abin. Estuve con (el ministro de Seguridad Institucional, el general de la reserva Augusto) Heleno, le pregunté si se hizo alguna cosa y me dijo que no», añadió.
La jueza Carmen Lucia Antunes, uno de los once magistrados de la Corte Suprema, pidió esclarecimientos a la Abin y al ministro Heleno, quien en un escrito negó tales sospechas y dijo que es una «narrativa fantasiosa, sin rastro de veracidad».
Bolsonaro no es investigado en el caso que afronta su hijo, aunque en el transcurso de la investigación, se descubrió que uno de los antiguos asesores de este último, Fabricio Queiroz, hoy en prisión domiciliaria, y la esposa de este realizaron depósitos por valor de 89.000 reales (17.500 dólares) en la cuenta bancaria de la primera dama, Michelle Bolsonaro, entre 2011 y 2016.
El mandatario admitió eso en la época, pero dijo que era parte de la devolución de un «préstamo personal» que le había hecho al exasesor de su hijo, con quien también tenía amistad, y que cifró en su momento en unos 40.000 reales (7.900 dólares).
Sin ser preguntado concretamente sobre esos depósitos, Bolsonaro rescató el asunto en la entrevista de este martes y reiteró que el destinatario de esos depósitos era él y no su esposa.
«Queiroz también me pagaba cuentas. Era de confianza, ¿vale?», añadió el mandatario para luego afirmar que el exasesor, en su opinión, también está siendo tratado de forma «injusta», aunque reconoció que hace tiempo que no habla con él.
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