En sus últimos balances anuales, organismos internacionales condicionan la subida del PIB a una buena distribución de la vacuna y la permanencia de los estímulos fiscales.
Desde México hasta Chile, los latinoamericanos esperan que con la llegada de la vacuna para el coronavirus vuelvan el ingreso y el trabajo que perdieron durante la pandemia. La recuperación empezará en 2021, de acuerdo a organismos multilaterales, pero será cuesta arriba y no se dará por completo. Esta dependerá de qué tan eficiente sea el Estado en distribuir y administrar la vacuna, si tiene la capacidad de mantener los estímulos fiscales para ayudar a sus poblaciones y cómo los Gobiernos manejen posibles inconformidades sociales.
Al cierre del año, los datos retratan una realidad económica cruda y difícil. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la economía se contraerá 7,7% en 2020 y crecerá 3,7% en 2021. La mejora no será más que un “rebote estadístico”, apunta la multilateral, y no alcanzará para recuperar los niveles de actividad económica previos a la pandemia del coronavirus. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su informe presentado el jueves, proyecta que 30 millones de personas están desocupadas y 23 millones habrán salido de la fuerza laboral este año. “En 2021 el empleo estará en terapia intensiva y los indicadores podrían empeorar”, dice el informe anual . Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dijo que el valor de las exportaciones de bienes se contraerá entre 13% y 11% este año, limitando los ingresos que entran a los países.
En una presentación, como parte de su último Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2020, la Cepal apuntó a cuatro factores que definirán la recuperación económica: la intensidad y propagación de la segunda ola de contagios, la agilidad para producir y distribuir las vacunas, la capacidad de cada país para continuar con los estímulos monetarios y fiscales y las tensiones geopolíticas o sociales que puedan surgir.
“Si bien los importantes esfuerzos fiscales y monetarios realizados por los países han permitido mitigar los efectos de la crisis, las consecuencias económicas y sociales de la pandemia han sido exacerbadas por los problemas estructurales que la región arrastra históricamente,” informó la organización en un comunicado. “Para el año 2021 se espera una tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) positiva que refleja fundamentalmente un rebote estadístico, pero la recuperación del nivel de PIB pre crisis será lenta y se alcanzaría recién hacia el año 2024”.
Antes de la pandemia, América Latina ya mostraba un bajo crecimiento económico. La Cepal señala que entre 2014 y 2019, el crecimiento fue, en promedio, de 0,3%. En 2019, en específico, fue de 0,1%. De acuerdo con sus proyecciones, América del Sur se contraerá este año 7,3% y crecerá 3,7% en 2021; América Central caerá 6,5% en 2020 y se expandiría 3,8% el próximo año; finalmente, El Caribe será la región con mayor contracción este 2020, de 7,9% y verá un crecimiento de 4,2% en 2021. En el Caribe, el país más afectado será Santa Lucía. Se espera que la contracción económica de la isla sea de 26,6%.
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