La tensión creció este miércoles en el puerto inglés de Dover, después que una prohibición parcial de viaje impuesta por Francia para contener una variante de coronavirus altamente infecciosa enfureciera a miles de conductores de camiones varados antes de Navidad.
Decenas de camioneros que intentaban llegar a sus hogares en el continente intentaron abrirse paso entre los oficiales que custodiaban el puerto hoy. Cientos dejaron sus vehículos y caminaron hasta la entrada del puerto, abucheando y silbando. Se escucharon algunos gritos en inglés: “Abran la frontera”, “Solo queremos ir a casa” y “¡Qué te jodas, Boris!”, según mostraron imágenes de televisión.
También hubo algunas riñas entre los conductores, enojados porque no podrán regresar a casa con sus familias antes de Navidad, y un pequeño número de oficiales de policía. Algunos conductores mostraron a la policía resultados de pruebas por covid-19 aparentemente negativos, pero un oficial dijo que muchos de ellos eran “hojas de pruebas falsas”.
París y Londres acordaron el martes por la noche que los conductores con un resultado negativo en la prueba podrían abordar los transbordadores a Calais a partir del miércoles después de que gran parte del mundo cerró sus fronteras a Gran Bretaña para contener la nueva variante mutada de SARS-CoV-2.
Un ministro británico dijo que las fuerzas armadas comenzarían a testear a los conductores, pero advirtió que tomaría tiempo despejar la ruta comercial más importante de Gran Bretaña para los alimentos apenas unos días antes de que el país abandone la Unión Europea.
Colas de camiones se formaron en la autopista hacia el Eurotunnel, el túnel submarino que conecta Reino Unido y Francia, y Dover, en el condado sureste de Kent, mientras que otros miles se han estacionado en el vecino aeropuerto de Manston, a unos kilómetros de distancia, donde se llevan a cabo los testeos.
A pesar de que las autoridades han recomendado a las empresas de transporte que dejen de enviar mercancías hacia Francia hasta que se despejen las carreteras, los camiones han continuado llegando a los colapsados aparcamientos, donde algunos conductores se han visto obligados a dormir las dos últimas noches.
Según las cifras oficiales ofrecidas por la ministra de Interior británica, Priti Patel, unos 650 camiones han quedado parados en la autopista, mientras que otros 870 se encuentran en aparcamientos cercanos.
Las autoridades locales del condado de Kent, sin embargo, han asegurado que hay al menos 2.200 aparcados en una instalación temporal, mientras que otros 632 están retenidos en la autopista.
Navidades en la autopista
Mariano Buitrago, un transportista que se dirigía el domingo por la noche hacia la entrada del eurotúnel, relató a Efe que la policía clausuró la autopista M20, que une Londres con el sureste de Inglaterra, poco después de que Francia decretara el cierre de fronteras.
Buitrago relató cómo otros conductores han quedado inmovilizados en cunetas, donde no pueden comprar alimentos ni asearse, y asegura que la cantidad de camiones acumulados puede tardar varios días en despejarse, incluso tras la reapertura de la frontera.
El conductor, que esperaba llegar a Madrid el miércoles, ha dado por perdidas las navidades que planeaba pasar con su familia. “Hace ya tiempo que descarté la Nochebuena”, se lamenta.
Se quejó además de que ni la policía ni otras autoridades les ha trasladado información. “Nos tratan como si fuéramos robots”, dijo.
10.000 camiones varados
La Asociación de Transporte por Carretera (RHA, por sus siglas en inglés), que estimó que había hasta 10.000 camiones varados en Kent, dijo que la situación era un caos ya que el sistema de prueba aún no estaba listo.
“Lo que tenemos esta mañana son camioneros muy, muy enojados en Dover”, dijo a BBC TV Rod McKenzie, director gerente de políticas de la RHA. “Están cansados, frustrados, quieren desesperadamente llegar a casa para Navidad”.
El ejército y el personal de salud están trabajando juntos para administrar las pruebas covid-19 en el aeropuerto. Los tests se entregan a los conductores en sus vehículos para que las autoadministren bajo supervisión. Sin embargo, la Unión Internacional de Transporte por Carretera advirtió que incluso una prueba que tome 30 minutos sería “absolutamente un desastre”.
Normalmente, entre 7.500 y 8.500 camiones viajan a través del puerto todos los días, pero los volúmenes han llegado a más de 10.000 recientemente.
El Brexit
Parte del tráfico adicional fue resultado de la demanda navideña, pero muchos estaban en el país para entregar bienes a empresas que están almacenando repuestos antes de que Gran Bretaña finalmente abandone la UE el 31 de diciembre, una medida que se espera que cause más interrupciones en enero cuando entrará en vigor una frontera aduanera completa.
El British Retail Consortium, un grupo de presión de la industria, advirtió que hasta que se despeje la acumulación de camiones y las cadenas de suministro vuelvan a la normalidad, podría haber problemas con la disponibilidad de algunos productos frescos.
Las firmas de logística también han advertido que muchos conductores europeos ya se han negado a venir a Gran Bretaña en el nuevo año cuando tendrán que cumplir con más trámites de aduana, y la necesidad de obtener una prueba de covid-19 agravará aún más la situación, elevando los precios del flete.
Muchos conductores creen que son peones en un enfrentamiento político entre Gran Bretaña y la UE a medida que las conversaciones comerciales alcanzan el final.
“No nos dan comida, no nos dan bebidas, no nos dan saneamiento, no nos ofrecen nada”, dijo Sergio Robles, un camionero español de 41 años.
“Creo y creo que esto que está sucediendo ahora no se debe al coronavirus ni nada, se debe al Brexit, a la política interna o algo por el estilo”.
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